Sugerencias
para personal de trabajo social, de consejería y de
salud, docentes, clérigos y otras personas que ayudan
a víctimas de violación, violencia doméstica
y abuso infantil

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Introducción |
Si eres trabajadora
o trabajador social o de salud, consejera o consejero, docente
o clérigo, aun cuando no tengas capacitación
formal en el manejo de la violencia contra las mujeres y la
niñez, estás es una excelente posición
para ayudar a tu clienta a liberarse de la violencia. Los
cuidados, el sentido común y algunas sugerencias, en
combinación con las habilidades profesionales que ya
posees, son todo lo que requieres. Más aún,
puedes hacerlo sin invertir enormes cantidades de tiempo y
energía.
Una de las razones
por las que tu rol es tan vital es que las agencias y las
personas con quienes tu clienta estará tratando generalmente
tienen responsabilidades fragmentadas. Lo más probable
es que no sea una sola persona quien se ocupe de todo el asunto.
Aun cuando lo único que hagas sea monitorear el caso
de tu clienta y asegurar que ella no se derrumbe, puedes salvar
su vida literal y figuradamente.
Otra razón
por la cual tu rol es crucial es que si bien la mayoría
de personas en el sistema querrá ayudar a tu clienta,
todavía hay muchas otras que son hostiles hacia estos
casos. Un funcionario hostil es todo lo que se requiere para
sacar a tu clienta del sistema y enviarla de vuelta al aislamiento
y la desesperación. Es en los encuentros con estos
individuos que una rápida intervención de tu
parte hará toda la diferencia del mundo.
La siguiente guía
debería ayudarte a orientar y monitorear a tu cliente
a lo largo de su proceso y que ella pueda liberarse de la
violencia. Está diseñada para que se la utilice
tanto como guía de talleres y como una guía
que puedas consultar con clientas individuales. Y para que
no te desanimes, recuerda que la mayor parte de lo que hemos
escrito aquí tomará más tiempo de leer
que de hacer.
Además,
dado que ésta es una guía general, no todos
los puntos se aplicarán necesariamente a tu clienta.
Y sin duda habrá medidas que no han sido incluidas.
Como siempre, las circunstancias particulares de tu clienta
y tus propios instintos profesionales serán tus guías
más exactas.
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Conecta
a tu clienta a ayuda profesional |
Identifica y
prioriza los temores, peligros y necesidades de tu clienta:
Probablemente ya habrás notado que las mujeres víctimas
de violencia a menudo se sienten tan desesperadas y atemorizadas
que les resulta imposible concentrarse. Ayuda a tu clienta
a priorizar las necesidades que deban ser atendidas de inmediato
y aquéllas que puedan ser dejadas temporalmente para
más tarde. Durante la plática, hazle preguntas
detalladas acerca de sus temores y sobre amenazas específicas
que hayan sido hechas por el perpetrador. Trata muy seriamente
estos temores y amenazas.
Un asunto central
en la violencia contra las mujeres es la casi certeza de que,
conforme la víctima intenta liberarse a sí misma,
el perpetrador tomará acciones cada vez más
agresivas para conseguir que ella vuelva a estar bajo su control
- y él continuará haciendo esto hasta que se
le aplique suficiente poder del sistema para detenerlo.
Más que
cualquier otra cosa, usualmente son los temores de la víctima
hacia la creciente violencia y las venganzas del perpetrador
lo que la mantiene paralizada. Con frecuencia, estos temores
inmovilizan una y otra vez a las víctimas cuando se
esfuerzan por escapar. Y la víctima tiene razón.
Los peligros son muy reales y su situación, de hecho,
se hará más peligrosa conforme ella intenta
liberarse de la violencia. El perpetrador tratará de
hacer todo lo necesario para derrotarla. (Apenas una indicación
de la validez de esos temores es el hecho de que la mayoría
de homicidios relacionados con violencia doméstica
ocurre cuando la víctima intenta irse.) La casi certeza
de los crecientes peligros es a menudo la respuesta más
significativa, y lamentablemente la que con mayor frecuencia
se pasa por alto, a la perenne pregunta: "¿Por
qué ella no lo deja, y ya?"
Siendo así,
un primer paso crítico para ti consiste en identificar,
validar y enfocar los crecientes peligros que tu clienta va
a enfrentar. Bloquear eficazmente la habilidad del perpetrador
para continuar su control sobre tu clienta debería
ser lo más importante para determinar las referencias
que le darás a ella. Naturalmente, las referencias
a las fuerzas de seguridad son primordiales. Pero las circunstancias
individuales del caso de tu clienta también podrían
requerir de la ayuda de autoridades de vivienda, personal
de consejería, autoridades escolares, servicios legales
familiares y otros. La clave consiste en evaluar adecuadamente
los peligros que ella pudiera encontrar en su camino, y luego
conectarla con las personas que puedan eliminar esos peligros.
De esta manera, ella será capaz de concentrarse en
todo lo demás.
Nota: Una
herramienta de evaluación fácil de utilizar
que te ayudará a evaluar y priorizar toda la gama de
necesidades de tu clienta es "Sugerencias sobre cómo
hablar con una amiga". Puedes leerla en nuestro sitio
en www.justicewomen.com/tips_spanish.html#two
o en nuestro folleto Sugerencias
sobre como ayudar a una amiga.
Brinda referencias
efectivas: Debido
a los peligros y las intensas angustias que experimentan las
mujeres víctimas de violencia, a la mayoría
de las víctimas se le hace sumamente difícil
hacer esa primera y fría llamada a una agencia desconocida.
El solo hecho de darle a la mujer una tarjeta de referencia
muy probablemente no conseguirá conectarla con los
servicios que tú tenías en mente.
A continuación,
algunas sugerencias para dar referencias que realmente funcionan:
- Un enfoque consiste
en pedirle a tu clienta autorización para hacer tú
la primera llamada telefónica exploratoria a una
agencia. Obtén su permiso para darle a la agencia
una descripción de la situación y para proporcionarle
a ella información de contacto con el proveedor de
servicios.
- Otra opción
es que la víctima haga la llamada desde tu oficina,
mientras tú la acompañas. Aun cuando no puedas
conectarla inmediatamente con la persona indicada, al menos
la habrás ayudado a romper el hielo. Habrás
obtenido el nombre de una personal real con quien ella pueda
comunicarse más tarde.
- Si refieres
a tu clienta a la policía, considera llamar tú
a la policía y que ésta llegue a tu oficina
a tomar el reporte. El reporte policial será el documento
más importante en el caso de tu clienta. Lograr que
la policía tome el reporte en tu lugar de trabajo
no sólo es más seguro y cómodo para
la víctima; también es una buena garantía
de que el agente policial no descartará el caso de
tu clienta o le dará a ella poca atención.
Si puedes estar físicamente presente mientras tu
clienta hace el reporte a la policía, ésta
será la mejor manera de evitar que la policía
maneje mal el caso. Pero aun cuando no pudieras estar físicamente
presente, conseguir que el agente llegue a tu lugar de trabajo,
conocerlo cuando llega y proveer el espacio para el encuentro
serán ventajas contra cualquier mal manejo del caso.
- Obtén
un descargo de confidencialidad escrito de tu clienta. Muchos
oficiales de policía no querrán hablar contigo
sin un descargo escrito de tu clienta, de modo que asegúrate
de tener uno listo para ser enviado por fax. Previamente,
pídele a tu clienta que escriba un descargo fechado
y firmado que sirva para cualquier propósito. Mientras
más sencillo sea, mejor. Por ejemplo: "A quien
interese: Autorizo a mi trabajadora social, Ana Pérez,
a hablar con cualquier persona sobre mi caso de violación
a fin de ayudarme con el caso". Eso es suficiente.
- Previamente,
instruye a tu clienta sobre cómo mantener un cuaderno
de apuntes. Mejor aún, ayúdala a iniciar
y organizar un cuaderno. Durante el largo proceso de liberarse
de una situación de violencia, ella será bombardeada
con nombres, números de caso, direcciones, fechas,
términos legales, cargos y listas interminables de
cosas por hacer. Escribirlo todo en un cuaderno de apuntes
es esencial para que ella se sienta en control del caos.
- Educa a tu
clienta acerca de cómo comunicarse efectivamente
con el sistema. Éste podría parecer un
punto insignificante en comparación con las numerosas
urgencias que tu clienta está experimentando. Sin
embargo, una de las razones por las que muchas víctimas
son descartadas es que los sistemas por lo general no manejan
bien los problemas de comunicación característicos
de las víctimas de violación y violencia doméstica.
- Un trauma severo
y los temores reales frecuentemente conducen a un estilo
de comunicación apresurado, incoherente y fragmentado.
Es imprescindible que ayudes a tu clienta a desarrollar
una manera efectiva de relatar su historia y comunicar sus
necesidades. Aunque los funcionarios y las defensoras y
defensores deberían comprender cómo manejar
esta dificultad, muchas de esas personas simplemente hacen
a un lado a la víctima, la juzgan como si estuviera
loca y de alguna forma tratan de deshacerse de ella. El
sistema de justicia criminal es particularmente intolerante
con aquéllas a quienes considera "mujeres histéricas".
Por razones obvias, cuando la víctima percibe tal
desprecio e intolerancia de las personas que ella espera
que la ayuden, se desespera aún más y así
se da un círculo vicioso. Explícale esta dinámica
a tu clienta. Bríndale algunas sugerencias sobre
cómo expresar la intensidad de su situación
sin perder el control de la comunicación.
- Educa a tu
clienta en cuanto a los diferentes roles de los funcionarios
y proveedores con quienes estará tratando. Ayudarla
a pensar como detective cuando esté con la policía
y como terapeuta cuando esté con un/a terapeuta,
potenciará la respuesta que reciba de diversos profesionales.
También la ayudará a asumir un rol activo
en lugar de pasivo en su propia liberación.
- Las víctimas
traumatizadas a menudo dejan mensajes telefónicos
incompletos o incomprensibles. Instruye a tu clienta para
que diga lentamente su nombre y número de teléfono
y deje bastante información de contacto. Enséñale
cómo resumir su situación y su solicitud en
una máquina contestadora.
- Asegúrate
de que tu clienta tenga un aparato telefónico y una
máquina contestadora confiables y en pleno funcionamiento.
La dura realidad es que muchas agencias intentarán
devolver una llamada telefónica una sola vez y no
más. Y dado que las víctimas a menudo pierden
temporalmente su servicio telefónico o huyen de su
vivienda, debes asegurar que tu clienta tenga, y dé
rutinariamente, un número de contacto alternativo
que sea confiable, el número de una persona con quien
ella siempre estará en contacto.
- Insiste
en tener buenas traducciones. Si tu clienta no habla
bien el inglés, tiene el derecho constitucional a
contar con buenas traducciones en todas sus interacciones
con las agencias públicas. Y es obligación
de las agencias públicas proveer intérpretes.
En casos de violación, violencia doméstica
y abuso infantil, es particularmente crucial que las fuerzas
de seguridad nunca utilicen a miembros de la familia o a
personas conocidas como intérpretes de la víctima.
Para una discusión más detallada, ver "Especial
para mujeres inmigrantes" en esta página
de nuestro sitio: www.justicewomen.com/tips_immigrant_women_spanish.html
o en nuestro folleto bilingüe del mismo nombre.
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Ayuda
a tu clienta a crear un sistema de apoyo |
En la mayoría
de los casos, tu clienta requerirá muchos meses antes
de liberarse de una relación de abuso y empezar una
nueva vida. La violencia contra las mujeres y la niñez
no es un incidente violento o una serie de incidentes violentos.
Con frecuencia es un régimen violento en el cual la
víctima se encuentra atrapada, doblemente atrapada
y triplemente atrapada. Es un sistema totalitario de violencia
que ha permeado cada aspecto de su vida. Ella necesitará
grandes cantidades de ayuda de muchas personas diferentes
durante un prolongado periodo de tiempo.
El dilema es que
justo en los momentos en que ella necesita esa enorme ayuda
de otras personas, probablemente se encontrará en un
estado de aislamiento crónico. Es casi seguro que el
perpetrador habrá envenenado las relaciones claves
en la vida de ella, y que continuará haciéndolo
en cada oportunidad que tenga. Aun si no lo hubiera hecho
directamente, el hecho de que sea un hombre violento hará
que muchas de las personas cercanas a la víctima se
sientan temerosas o renuentes a ponerse del lado de ella,
justo cuando más apoyo necesita. Para cuando hable
contigo, tu clienta quizás ya habrá sufrido
el trauma adicional de que otras personas se hayan alejado
de ella.
Si tu clienta es
como muchas víctimas de violencia, su respuesta a la
pregunta de quién podría ayudarla a menudo será:
"Nadie". Y es ahí donde tú entras
en escena. Como profesional de la comunidad, tienes una inmensa
oportunidad para lograr que otras personas apoyen a tu clienta.
Haz con tu clienta
una lista de personas que podrían ayudar con cualquiera
de una serie de tareas: alguien que la acompañe
a sus citas o entrevistas, alguien que cuide una tarde a sus
hijas e hijos, una persona que provea transporte, alguien
que la escuche cuando necesite hablar, una persona que la
ayude con el papeleo o a obtener información, alguien
que le brinde un lugar donde pasar la noche si se siente atemorizada,
etc.
Explícale
a tu clienta que quienes le brindarán apoyo no necesariamente
serán personas que ella conozca bien. Y no es necesario
que tengan experiencia en el manejo de la violencia contra
las mujeres. Dile que no tiene que contarles toda la historia
para pedir su ayuda. Haz que piense en sus vecinas/os, compañeras/os
de trabajo, las maestras o maestros de sus niños, miembros
de su iglesia, familiares cercanos y otros parientes para
ubicar personas en su círculo social que sean inteligentes
y a quienes les importe su situación. Hagan, para empezar,
una lista de cuatro o cinco personas.
Considera hacer
tú el primer contacto en nombre de tu clienta.
Las mujeres víctimas de violencia a menudo están
tan derrotadas que el solo pensar en pedir ayuda a otras personas
las aterroriza. Además, muchas buenas personas todavía
albergan prejuicios y nociones erradas acerca de la violencia
contra las mujeres. Al menos al principio, considera hacer
tú el contacto inicial con las personas de apoyo potenciales.
Es muy probable
que tu posición profesional y tu disposición
para educar consigan la anuencia de la misma persona que inicialmente
habría rechazado una solicitud idéntica que
tu clienta le hubiera hecho. Según nuestra experiencia,
la gente se siente halagada cuando una persona profesional
como tú le pide que ayude en un caso de violencia doméstica
o de violación; toman muy seriamente la solicitud,
dan seguimiento y casi nunca se niegan a ayudar.
Los cinco o diez
minutos que pases en el teléfono hablando con una persona
de apoyo potencial le regresarán a tu clienta multiplicados
muchas veces. Adicionalmente, esos cinco o diez minutos también
te regresarán multiplicados a ti. Con un poco de orientación
y atención de tu parte, estas personas a menudo se
convierten en tu mano derecha para tratar a la clienta. Te
ahorran grandes cantidades de tiempo conforme la clienta empieza
a apoyarse en ellas para cualquier asunto. A ella le levantan
el espíritu y la voluntad. Y una vez que conocen de
cerca la situación, generalmente desean involucrarse
más.
He aquí
algunas sugerencias claves a fin de conseguir personas de
apoyo para tu clienta:
- Halaga a la
persona. Dile que tu clienta te dijo que ella, la persona,
es muy generosa, inteligente o cualquier cosa positiva que
tu clienta te haya dicho sobre ella.
- Sé muy
específica en lo que pidas. En un principio, asegúrate
de que el compromiso sea pequeño. Si la persona va
a involucrarse más, y usualmente lo hará,
permite que sea ella quien tome la decisión.
- Trata de anticipar
y prepara a las personas de apoyo para los problemas que
podrían surgir - incluso los conflictos emocionales
de la víctima. Educa brevemente a la persona en uno
o dos puntos relevantes sobre la violencia contra las mujeres,
así como en maneras de fijar límites con la
clienta acerca de lo que la persona puede y no puede hacer.
- Dile que puede
llamarte en cualquier momento si tiene preguntas o alguna
preocupación.
- De vez en cuando,
llámala por teléfono para preguntar cómo
le está yendo y darle las gracias.
- Recuérdale
a tu clienta sobre la importancia de decir "gracias".
Una de las necesidades
más críticas de la víctima es que alguien
la acompañe en sus contactos con el sistema, especialmente
con el sistema de justicia. El estar acompañada
por una persona de apoyo en su caso es la mejor protección
de tu clienta contra cualquier tipo de mal manejo del mismo
por parte de otros. Esto se aplica a reuniones con dueños
de viviendas, jefes, autoridades escolares y aun miembros
de la familia, así como a reuniones, entrevistas y
audiencias con funcionarios y proveedores de servicios.
Una razón
por la cual la presencia de una persona de apoyo es tan crítica
en casos de violencia contra las mujeres es que todavía
existen fuertes tendencias en nuestra sociedad a encontrar
cualquier excusa para culpabilizar a la víctima, aislarla,
abandonarla o denegarle servicios. Otra razón por la
que su presencia es tan importante es que las mujeres víctimas
de violencia son sumamente vulnerables a sentirse abrumadas
aun por las afrentas más normales de las interacciones
humanas. Una actitud hostil, un trámite burocrático,
las interrupciones, las condiciones de vida caóticas...
cualquier cantidad de circunstancias usuales puede rápidamente
devastar a estas ya traumatizadas víctimas y provocar
que se rindan y se retracten.
Para tu clienta,
el tener a una persona de apoyo a su lado previene la mayoría
de los peores tipos de abuso antes de que éstos comiencen,
además que provee un testigo necesario en caso de que
ocurra algún abuso. Casi en cada circunstancia, una
persona de apoyo le consigue a la víctima un servicio
mucho más eficiente aun cuando no haya mal manejo de
su caso. Una persona de apoyo estabiliza a la víctima
y mejora la comunicación y el enfoque de la víctima.
También la ayuda a recordar información y preguntas
claves que necesita hacer. Y una persona de apoyo que esté
dispuesta a tomar notas vale oro. Además, el hecho
de tener una persona de apoyo a su lado tiende a involucrar
a ésta aún más para ayudar a tu clienta.
En general, no
existe una manera más idónea de mejorar las
probabilidades de que tu clienta se libere de la violencia,
que ayudarla a seleccionar a las personas que puedan acompañarla.
Afortunadamente, esto no es difícil de hacer. En su
mayoría, las personas, sean conocidas o no de la víctima,
están dispuestas a asumir esta función, sobre
todo cuando se les explica que su sola presencia será
suficiente. Todo lo que tienen que hacer es estar allí.
Pero la mayoría automáticamente hará
más que eso.
Educa a tu clienta
sobre la mejor manera de trabajar con la persona de apoyo
que la acompaña. Dado que es tan importante que
esté acompañada de una persona de apoyo, vale
la pena no sólo ayudar a tu clienta a establecer contactos,
sino también darle algunas recomendaciones acerca de
cómo trabajar con la persona de apoyo. Revisen las
cortesías normales, tales como confirmar citas y arreglos,
reunirse temprano, explicar el propósito de las reuniones,
además de siempre decir "gracias".
Identificar
y tratar con familiares y otras personas que se hayan vuelto
hostiles hacia la víctima. Los perpetradores de
violación, violencia doméstica y abuso infantil
casi siempre son muy conocidos para la víctima. Los
miembros de la familia de ella, personas del trabajo, la escuela,
la iglesia o el vecindario, o de cualquier círculo
social compartido por el perpetrador y la víctima,
sentirán que tienen que tomar partido. Desafortunadamente,
la mayoría se pondrá del lado del perpetrador
o guardará silencio y no defenderá a la víctima.
Este fenómeno es tan común en los casos de violación,
y tan devastador para la víctima, que en la literatura
sobre violación se lo conoce como "la segunda
violación".
Es esencial comprender
por qué las amistades y familiares de la víctima
a menudo se ponen del lado del perpetrador y no del de la
víctima. En breve:
- Tomar partido
a favor de las víctimas requiere que las personas
asuman una postura contra el perpetrador; dicho de otra
forma, requiere que hagan algo. Ponerse del lado del perpetrador
no requiere que la gente haga nada, de modo que es más
fácil tomar partido a su favor. Tristemente, pocas
personas tienen la valentía de hacer lo que hasta
ellas saben que es correcto.
- Aspectos virulentos
del sexismo y el racismo salen fuertemente a luz tras un
cargo de violación o de violencia doméstica.
Las explicaciones sexistas y racistas resuenan y cobran
fuerza, a menudo poniendo del lado del perpetrador a poderosas
instituciones dominadas por hombres tales como la policía,
las iglesias, los centros educativos y las corporaciones.
Las explicaciones sexistas y racistas también le
dan a cualquier persona cercana a la víctima toda
una gama de excusas para apoyar al perpetrador y no defender
a la víctima. Cuando estas fuerzas cobran vigor,
aun a las mejores amistades de la víctima se les
dificulta mucho apoyarla.
- Ella es débil
y él es fuerte. Ella está lastimada por el
trauma del ataque o los ataques del perpetrador; usualmente
es más joven que él. Y es mujer, con toda
la desventaja de la condición social y económica
que conlleva el ser mujer. Él se siente fuerte y
es un criminal; está dispuesto a mentir, amedrentar,
manipular y vengarse. Es hombre y está furioso. Ahora
nadie querría contrariarlo.All of these forces, alone
or in combination, make it very difficult for even the victim's
best friends to support her. Not surprisingly, as key people
in her life pull away, your client loses her will to struggle.
The growing isolation also puts jobs, housing, and her connections
to help at risk. It's critical to pull as many of these
people back to her side as possible.
Todas estas fuerzas,
solas o combinadas, hacen muy difícil que aun las mejores
amistades de la víctima la apoyen. No es extraño
que cuando las personas claves en su vida se alejan de ella,
tu clienta pierda la voluntad para luchar. El creciente aislamiento
también pone en riesgo empleos, vivienda y sus contactos
con ayuda. Es crítico lograr que tantas personas como
sea posible se pongan de su lado.
Lo bueno es que
con muchas personas esto no es demasiado difícil, pues
saben lo que es correcto. Solamente necesitan un poco de coacción
y apoyo de tu parte. (Asegúrate de discutir esto con
tu clienta y primero pedir su autorización.) Tu conversación
con una amiga o un familiar de la víctima, tu reconocimiento
de las dificultades que plantea la situación y un poco
de educación sobre las dinámicas de la violencia
contra las mujeres servirán como un poderoso antídoto
contra las fuerzas del mal del perpetrador. Y aun aquellas
personas que no se convenzan del todo con tu llamada telefónica
a menudo podrán ser persuadidas a no apoyar activamente
al perpetrador pues tu presencia ha servido como una fuerza
contrarrestante.
No subestimes el
poder que tienes como una voz profesional en la comunidad.
Una simple llamada telefónica tuya hará maravillas
para desviar las reacciones hostiles hacia la víctima
por parte de su familia o de su círculo social. Y detener
esas reacciones hostiles es crítico para que ella pueda
mantener su lucha.
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Rastrea
y monitorea el caso con tu clienta |
En el curso del
manejo de la violación, la violencia doméstica
o el abuso infantil, tu clienta se enfrentará a una
larga procesión de operadores del sistema de justicia
criminal, oficiales de la Corte de Familia, defensoras o defensores
de víctimas, consejeras o consejeros y una serie de
proveedores de servicios. No es probable que alguna de estas
personas funja como administradora de casos. Lo más
probable es que todas estén sobrecargadas de casos
similares y algunas podrían ser abiertamente hostiles
hacia éstos. A la vez, a fin de que tu clienta obtenga
los beneficios esenciales de estos sistemas, es necesario
que se mantenga dentro del proceso, lo comprenda y sienta
que sabe lo que ocurrirá después y por qué.
- Regularmente
hazle preguntas a tu clienta sobre la situación de
aspectos claves en su caso: el caso criminal, la custodia
infantil y órdenes de restricción, asuntos
relacionados con la vivienda, etc. Pregúntale qué
ha ocurrido en los últimos días y qué
sucederá en la próxima semana. ¿Conoce
la fecha de la siguiente audiencia? ¿El propósito
de ésta? ¿El nombre del detective encargado
del caso? ¿El tipo de orden de restricción?
¿El nombre de los cargos contra el perpetrador? ¿Los
números del caso? ¿La cantidad de la fianza
del perpetrador?
Si tu clienta no puede responder ésta y otras preguntas
relacionadas con su caso, ello es una buena señal
de que las cosas no están yendo bien. Los oficiales
y los proveedores de servicios siempre deberían asegurarse
de que la víctima esté informada sobre su
caso. Porque, típicamente, una vez que una mujer
víctima de violencia se confunde acerca del proceso,
a menudo se sentirá atemorizada y querrá retirarse
de éste.
- Si tu clienta
no puede responder tus preguntas sobre el estado de su caso,
tomen el teléfono para recopilar tanta información
como sea posible. Esto debería ser fácil
de hacer, aun cuando no sepas por dónde empezar.
La mayoría de recepcionistas en el sistema, cuando
ya conocen el nombre del perpetrador o de la víctima,
pueden dirigirte rápidamente al lugar indicado. Si
las personas con quienes necesitas hablar no están
disponibles, deja mensajes completos con todas tus preguntas.
- Después
de obtener respuestas a preguntas claves, tú y tu
clienta deberían tratar de determinar por qué
ella no ha obtenido la información necesaria.
¿Se siente abrumada? ¿Los oficiales no la
están tratando adecuadamente? ¿A algunos oficiales
no les interesa el caso y desearían que tu clienta
se retire? ¿Está ella apuntando información
en un cuaderno?
En la mayoría de los casos en que una clienta no
sabe qué está ocurriendo, el motivo es que
a los oficiales y proveedores de servicios claves no les
importa y no se están comunicando con ella de una
manera que asegure que esté informada. Ésa
es otra razón para tomar el teléfono y obtener
tú misma la información. Cuando menos, esto
sirve para que los oficiales y proveedores claves sepan
que a alguien más le importa lo que está ocurriendo
con esta víctima y que está observando el
caso.
- Haz que
tu clienta obtenga los documentos de su caso y los fotocopie.
Más importante aún: que obtenga una copia
del reporte policial. En la mayoría de los casos
de violencia contra las mujeres, el reporte policial será
el documento más importante de todo el caso. En California
(Código de Familia de California, Sección
6288) y en varios otros estados, las víctimas de
violencia doméstica tienen el derecho a obtener una
copia completa de su reporte o reportes policiales de violencia
doméstica. (Lamentablemente, las víctimas
de violación no tienen ese mismo derecho.) Existen
dos razones por las que este derecho fue establecido. En
primer lugar, porque el reporte policial es tan crítico
para el caso, y en segundo lugar, porque hay todavía
demasiados agentes de policía que manejan inadecuadamente
estos casos y escriben informes policiales de violencia
doméstica incompletos o sesgados. Si tu clienta obtiene
y revisa una copia de su reporte policial a la mayor brevedad
posible, tendrá la oportunidad de conseguir que cualquier
error, prejuicio o trabajo policial incompleto sea corregido.
Si el reporte policial es minucioso y está bien hecho,
éste no sólo será la base de un efectivo
proceso criminal. Un buen reporte policial también
tiene el poder de lograr que la Corte de Familia favorezca
a la víctima en asuntos cruciales como lo son las
órdenes de restricción, la custodia, la manutención
infantil, etc. Además, un buen reporte policial puede
favorecer a la víctima en conflictos relacionados
con vivienda, empleo, estudios, servicio social, inmigración
y otros aspectos esenciales para su vida que tan frecuentemente
están en su contra cuando ella intenta huir de la
violencia. Aun si el caso no llegara a un pleno enjuiciamiento,
un buen reporte policial a menudo puede favorecer a tu clienta
para que pueda liberarse de la violencia.
Por lo mismo, un mal reporte policial - es decir, un reporte
descuidado, sesgado, incorrecto o incompleto - puede ser
usado contra tu clienta (y a menudo lo será) en cada
uno de los aspectos arriba mencionados. Desafortunadamente,
debido al sexismo y racismo persistentes en las fuerzas
de seguridad, los reportes policiales defectuosos en casos
de violencia contra las mujeres todavía son demasiado
comunes, indiferentemente de cuán modernas sean la
retórica y las políticas del Departamento
de Policía.
- Revisa con
tu clienta el reporte policial. Haz una lista de las
correcciones y añadiduras que se requiere hacer.
Luego llama a un sargento en el Departamento de Policía
en cuestión y haz que las correcciones y añadiduras
sean escritas en un suplemento del reporte criminal original.
Pídele a tu clienta que obtenga una copia del suplemento
del reporte. Asegúrate de que este suplemento se
adjunte al original y sea enviado al fiscal de distrito.
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Haz
que el sistema funcione para tu clienta |
Esta sección
es una breve descripción de los poderes y desventajas
de los cuatro principales sistemas con que tu clienta estará
tratando: el sistema de justicia criminal; el sistema de la
Corte de Familia; defensores y servicios para víctimas;
y Servicios de Protección Infantil. Probablemente habrá
otras instituciones con las que tu clienta deberá tratar,
tales como servicios sociales, vivienda, escuelas, iglesias,
etc., pero las sugerencias que aquí ofrecemos para
los principales sistemas pueden, en general, aplicarse a los
otros.
Antes de entrar
en detalle sobre estos sistemas individualmente, he aquí
algunas notas generales.
Nota I:
Dicho brevemente, las actuales respuestas de estos sistemas
a la violencia contra las mujeres pueden ser desde excelentes
hasta atroces, aun dentro de una agencia individual. Durante
los últimos 30 años, un sólido cuerpo
legal ha sido establecido en la mayoría de los estados,
otorgando a estos sistemas inmensos poderes para proteger
y liberar a las mujeres víctimas de violencia. Sin
embargo, persisten problemas muy serios en la aplicación
de estas leyes y poderes.
Un buen modelo
a recordar acerca de lo que tú y tu clienta pueden
esperar de estos sistemas (a excepción de los servicios
para víctimas, que tienen una dinámica diferente)
es el siguiente:
El 25 por ciento
de los oficiales que vas a encontrar probablemente será
progresista. Estas personas han desarrollado competencia en
casos de violencia contra las mujeres y utilizarán
sus poderes eficazmente para liberarlas de esa violencia.
Éstos son los oficiales a quienes se debe acudir cuando
surgen problemas. Por ejemplo, si un agente de policía
ha tratado deficientemente el caso de tu clienta y escribió
un reporte inadecuado, no te resignes a aceptarlo. Simplemente
llama a un sargento o a otro oficial en un turno diferente
y haz que el reporte sea corregido. Se puede encontrar a estos
progresistas individuos, uno aquí y otro por allá,
en cada parte del sistema. Continúa llamando hasta
que los encuentres. Apóyate en ellos y no olvides darles
las gracias por lo que hacen.
Otro 50 por ciento
de los oficiales a menudo necesita un poco de insistencia,
coacción y halagos para hacer bien su trabajo. También
es necesario que les hagas saber que tienes toda la intención
de dar batalla si las cosas no se hacen bien. En general,
estos individuos están permeados por diversas combinaciones
de sexismo, racismo y holgazanería burocrática.
Pero con un poco de atención de tu parte, usualmente
se puede conseguir que hagan lo correcto. Es con estos oficiales
que podrás lograr una inmensa diferencia para tu clienta,
simplemente haciendo sentir tu presencia a través de
algunas simples llamadas.
El restante 25
por ciento de oficiales, para empezar, no sólo es hostil
hacia estos casos. También sienten cólera y
resentimiento por los profundos cambios que se han hecho a
favor de las víctimas y, más que nada, por el
rol que han sido obligados a asumir para implementar tales
cambios. Su sexismo y racismo recalcitrantes son sumamente
peligrosos para tu clienta. Estos oficiales son muy capaces
de hacer todo lo posible para sabotearla a ella y su caso.
Ellos activamente
harán cosas como las siguientes: escribir reportes
sesgados o falsos, o no escribir ningún reporte en
absoluto; desechar evidencias; aliarse con el perpetrador;
arrestar a la víctima; mentirte a ti y a la víctima,
y mucho más. Los peligros que estos individuos plantean
para tu clienta son triples. En primer lugar, se requiere
apenas de un individuo de éstos para desbaratar totalmente
el caso de tu clienta. En segundo lugar, la autoridad con
que estos individuos actúan le da luz verde al perpetrador,
quien se sentirá alentado a aumentar sus propios abusos
contra la víctima. Y, finalmente, cuando tu clienta
siente que el poder del sistema se vuelca en su contra, es
natural que le aterrorice continuar buscando ayuda dentro
del sistema. Tú y ella deben detectar rápidamente
a estos oficiales y tomar las acciones necesarias para prevenir
o corregir el enorme daño que pueden provocar. Es aquí
donde una rápida intervención de tu parte puede
salvar la vida de tu clienta.
Nota II:
Ni tú ni tu clienta deberían ser intimidadas
por el sistema. Ambas necesitan sentirse completamente libres
en su trato con estos sistemas: libres para hacer preguntas
exploratorias; libres para hablar abiertamente sobre sus preocupaciones
e intereses, y libres para acudir a todos los niveles de mando
y plantear exigencias. Una de las cosas más importantes
que puedes hacer por tu clienta es fortalecer su comprensión
de que tiene el derecho a la protección y a la justicia.
Valida ante ella el hecho de que, en definitiva, hay personas
hostiles en el sistema y recuérdale que también
hay muchos oficiales excelentes que ustedes pueden encontrar
para ayudarla. En cuanto a tu rol en el trato con el sistema,
no subestimes el poder y la influencia que tienes como profesional
en la comunidad. Y no vaciles en utilizarlos.
Nota
III: Recuérdale a tu clienta una y otra vez sobre
la importancia de hacerse acompañar por una persona
de apoyo en su trato con el sistema.
Nota IV:
Las siguientes discusiones enfatizan lo que puede ir mal con
el sistema pues, por supuesto, es allí donde tu intervención
será más necesaria. Mientras lees, no olvides
que hay numerosos oficiales dentro del sistema que estarán
dispuestos a utilizar sus poderes para ayudar. Los inmensos
poderes que estos sistemas poseen para ayudar a tu clienta,
combinados con el creciente número de oficiales que
tienen la voluntad de implementarlos, hacen aún más
importante que reconozcas rápidamente los problemas.
De esta manera podrás apelar de inmediato ante otra
persona para corregir esos problemas.
El
sistema de justicia criminal
El sistema de justicia
criminal tiene más poder que cualquier segmento de
la sociedad para ayudar a las mujeres víctimas de violencia.
Cuando hay violencia o amenaza de violencia, ningún
otro sistema tiene, como éste, el poder o la autoridad
para iniciar una investigación criminal, poner al perpetrador
bajo control, detener la violencia o intervenir por la fuerza
para proteger a la víctima. Aun el sistema de la Corte
de Familia, que puede emitir todo tipo de órdenes de
restricción, órdenes de custodia, etc., depende
del sistema de justicia criminal para aplicar tales órdenes.
Se puede hacer
cualquier cantidad de trabajo social en estos casos, pero
a menos que la violencia o las amenazas de violencia sean
detenidas, el perpetrador continuará regresando, aumentará
su violencia y deshará los avances que la víctima
haya logrado. Si la respuesta del sistema de justicia criminal
no es adecuada, es muy probable que el perpetrador recupere
su control sobre la víctima de una u otra forma.
Sugerencias
para orientar a tu clienta sobre el sistema de justicia criminal:
- Anticipa que,
conforme el caso avanza dentro del sistema de justicia criminal,
una o más de las siguientes cosas podrían
suceder una o más veces. Mantente alerta y, si percibes
que se están dando, no ignores ninguno de estos abusos
tan comunes que podrían ocurrir; tampoco los justifiques
ni minimices. Un rápido reconocimiento de estos problemas
es esencial para conseguir corregirlos y prevenir un daño
adicional al caso de tu clienta. (Recuerda que todos estos
abusos tienen una cosa en común: su meta es lograr
que la víctima y su caso desaparezcan, o salir de
ella rápidamente):
- Actitudes
de desinterés en los oficiales; reportes incompletos
o sesgados; investigaciones incompletas; no escribir
reportes; no recopilar evidencias ni documentar todas
las que existen; entrevista deficiente a la víctima;
no entrevistar testigos; entrevistas sesgadas a testigos;
no arrestar al perpetrador; actitudes hostiles hacia
la víctima; culpabilización de la víctima;
interrogación de la víctima, sin consideración
a su seguridad; arresto de la víctima, desinformándola
acerca de sus derechos; no devolver las llamadas de
la víctima, o retrasos en devolverlas; no informarle
de manera adecuada a la víctima sobre lo que
ocurrirá a continuación, permitiendo pasivamente
que ella quede en un vacío, mintiéndole
al decirle que no existen suficientes evidencias e intentando
separarla de sus defensoras/es y personas de apoyo;
no proveer servicios apropiados de traducción;
no presentar cargos a pesar de la existencia de evidencias
adecuadas; asentar un cargo menor al que le corresponde
al delito; persuadir a la víctima a no testificar,
atemorizándola con posibles tácticas de
la defensa; retención de evidencias; arreglos
negociados con el perpetrador; sentencias descuidadas,
etc., etc., etc.
- Presta una
cuidadosa atención a tu propia intuición y
a la de tu clienta acerca de cómo se está
desarrollando su caso. A pesar de los términos legales
desconocidos, las investigaciones y los procedimientos de
justicia criminal son, por lo general, una cuestión
de sentido común. De modo que confía en tu
propia intuición y la de tu clienta sobre la calidad
de las respuestas de los oficiales. Si tu clienta percibe
que las cosas no están yendo bien, probablemente
tenga razón.
- Recuérdale
a tu clienta frecuentemente sobre la importancia de que
alguien la acompañe en todos sus contactos y procedimientos
en el sistema de justicia criminal. Recuérdale que
ésta es su mejor protección y prevención
contra un mal manejo de su caso.
- Rastrea el caso
criminal con tu clienta: desde la policía hasta la
oficina del fiscal de distrito, pasando por las cortes y
el departamento de libertad condicional. No vaciles en hacer
llamadas telefónicas regularmente y hacer preguntas
hasta que obtengas respuestas que te satisfagan. Asegúrate
de que tu clienta sepa los nombres y funciones de cada oficial
en todo el proceso, así como el propósito
de cada paso dentro del mismo.
- En casos de
violencia doméstica, pídele a tu clienta que
obtenga una copia del reporte policial. (La Sección
6288 del Código de Familia de California otorga a
todas las víctimas de violencia doméstica
el derecho a obtener una copia completa del reporte policial,
ya sea en la policía o en la oficina del fiscal de
distrito.) Recuerda que el reporte policial es el documento
más importante en su caso. Es crucial que la víctima
conozca lo que está y lo que no está en el
reporte, de modo que se pueda hacer correcciones y añadiduras.
Es muy beneficioso que tú y tu clienta revisen juntas
el reporte policial.
- No vaciles ni
un momento en tomar el teléfono y llamar a oficiales
de la justicia criminal para hacerles preguntas y plantearles
preocupaciones. Cuando menos, esto permitirá que
los oficiales sepan que la víctima no está
sola. Y si las cosas no se aclaran rápidamente después
de tu llamada, acude de inmediato a oficiales de niveles
superiores. Si haces esto de manera oportuna, a menudo podrás
lograr que las cosas sean corregidas antes de que los problemas
se afiancen. Por el contrario, si esperas mucho tiempo,
los oficiales de alto nivel tenderán a encubrir los
errores de sus subalternos.
- Si tus llamadas
no consiguen corregir las cosas, pon tu queja por escrito.
Para lograr que el sistema funcione bien, no hay nada más
efectivo que enviarle una carta al jefe superior. Una carta
de dos o tres párrafos enviada al jefe moverá
montañas en casi todas las circunstancias. Y lo mejor
de todo: las cosas avanzarán aún más
si copias la carta al alcalde, al concejo municipal, al
fiscal de distrito y a otros funcionarios de alto nivel,
dejando una lista de sus nombres al final de la misma.
- De ser necesario,
tú y tu clienta pueden ingresar evidencias para el
caso. Si todo lo demás falla, no vaciles en pedirle
a tu clienta que recopile declaraciones escritas de testigos,
documentos médicos, fotografías de lastimaduras
u otras evidencias físicas y que ella misma las ingrese
a su caso. Basta con llevar las evidencias a la estación
de policía o a la oficina del fiscal de distrito
y solicitar que sean agregadas al expediente del caso. Recuerda
que siempre es mejor encontrar un oficial que haga bien
el trabajo.
- Documenta tu
propia interacción con tu clienta. Tu documentación
como profesional en la comunidad puede servir como una poderosa
evidencia en el caso. Ofrece tu documentación a los
oficiales encargados del caso de justicia criminal.
- No subestimes
tu poder e influencia como profesional de la comunidad,
y utilízalos libremente.
El
sistema de la Corte de Familia
El sistema de la
Corte de Familia adjudica divorcios, órdenes de restricción,
disputas por la custodia infantil, pensión alimenticia
infantil y otros asuntos familiares. Las premisas y la estructura
del sistema de la Corte de Familia ponen a las víctimas
de violencia doméstica y de violencia sexual intrafamiliar
en una gran desventaja desde un principio.
En el sistema de
justicia criminal, los inmensos poderes del estado se vuelcan
contra el acusado. Si funciona de manera apropiada, el estado
asume plena responsabilidad por la investigación y
el procesamiento del caso en su contra. En el sistema de la
Corte de Familia, los casos consisten de la queja de una persona
contra la de otro individuo. En esta Corte, a menos que la
víctima contrate a un abogado, la carga de preparar
el caso recae sobre ella misma. Además, en la Corte
de Familia las dos partes son consideradas personas iguales
que han entrado en conflicto por intereses compartidos. Ésta
también es una suposición desastrosa en el caso
de la víctima, quien en realidad se encuentra subyugada
a la violencia y las amenazas de la otra parte.
Adicionalmente,
la Corte de Familia no tiene un poder real sobre el agresor
violento, más allá de emitir órdenes
tales como las de restricción y las de custodia infantil.
Ultimadamente, la aplicación de estas órdenes
depende del sistema de justicia criminal. Más aún,
los dictámenes de la Corte de Familia se basan en la
preponderancia de las evidencias, en contraste con el estándar
más riguroso del "más allá de una
duda razonable" en los casos criminales. Como consecuencia
de ello, los dictámenes de la Corte de Familia están
sujetos a una toma de decisiones más arbitraria, en
la que los prejuicios de los oficiales entran en juego con
mayor facilidad. Asuntos tales como el hecho de que el agresor
generalmente tiene un empleo, un abogado y estabilidad, mientras
la víctima de violencia doméstica no, con mucha
frecuencia pueden desviar las cosas a favor de él en
la Corte de Familia. Además, a diferencia de lo que
ocurre en una corte criminal, en la Corte de Familia es muy
fácil que el perpetrador se voltee y profiera acusaciones
contra la víctima, ante las cuales ella deberá
construir una defensa.
En síntesis,
el sistema de la Corte de Familia es a menudo algo parecido
a arena movediza para la mujer víctima de violencia.
Mientras más pelea, más podrá verse involucrada
en sesiones de mediación obligatorias, en evaluaciones
psicológicas y en un laberinto de enredos con el abusador
en los que ella no puede ganar.
Sugerencias
para orientar a tu clienta sobre el sistema de la Corte de
Familia:
- Una clave para
prevalecer en la Corte de Familia es recordar que el caso
criminal generalmente le gana al caso familiar. Si la Corte
de Familia se entera de que existen cargos criminales contra
el acusado o de que una investigación criminal ha
sido iniciada por la policía, la Corte casi siempre
se inclinará más a favor de tu clienta. El
problema es que a la mayoría de las Cortes de Familia
no se le informa automáticamente sobre el caso criminal
aun cuando un caso criminal relacionado con la misma familia
esté siendo procesado simultáneamente en un
salón al otro lado del pasillo.
Entonces, si tu clienta está involucrada en una batalla
con su abusador en la Corte de Familia, concéntrense
en el caso criminal y aseguren que éste sea sólido.
Pídele a tu clienta que le informe a la Corte de
Familia sobre el caso criminal, y que lleve los principales
documentos de ese caso al caso en la Corte de Familia. Por
muchas razones, estos documentos del caso criminal a menudo
podrán concluir el caso en la Corte de Familia a
favor de tu clienta.
En particular, se debería fotocopiar y llevar ante
el juez de la Corte de Familia el reporte policial y reproducciones
de justicia criminal de los cargos presentados contra el
perpetrador. Ésta es apenas una razón más
por la que es crucial que reporte policial sea elaborado
correctamente.
- * Si por cualquier
motivo tu clienta no ha iniciado un caso criminal, haz que
considere abrir uno presentando una denuncia a la policía.
(Recuerda que para presentar una denuncia a la policía,
la víctima cuenta por lo menos con un año
después de un incidente de violencia doméstica
y siete años tras una violación.)
Si no puedes
persuadir a tu clienta para que presente una denuncia a la
policía, o si el caso criminal en curso está
irreparablemente sesgado contra ella, o si está enmarañada
en una batalla en la Corte de Familia, he aquí lo que
se puede hacer:
- El primer paso
es ver si tu clienta puede conseguir que una abogada o abogado
de familia la represente. Como es de imaginar, contratar
a una abogada o abogado es una imposibilidad económica
para el 99 por ciento de las víctimas. Otra posibilidad
es que tomes el teléfono y le ruegues a una abogada
o abogado que tome el caso sin cobrar honorarios; esto es
similar a encontrar una aguja en un pajar, pero no imposible.
Una posibilidad más consiste en consultar con el
albergue para víctimas de violencia doméstica
en tu localidad y ver si allí cuentan con una abogada
o abogado de familia para casos de violencia doméstica.
El problema con esta última opción es que
esa persona probablemente estará sobrecargada de
casos y, si mucho, conseguirás que acepte sólo
una parte del caso de tu clienta. De todos modos, aun esta
ayuda parcial ameritará que hagas la llamada.
- Si tu clienta
no puede conseguir una abogada o abogado de familia que
la represente, ella misma tendrá que trabajar su
caso. Lo que esto usualmente significa es que necesitará
recopilar evidencias y declaraciones de otras personas que
apoyan su posición y que refutarán las acusaciones
de la otra parte en la Corte de Familia. Entonces, lo primero
que la víctima debe saber es exactamente cuáles
asuntos están siendo manejados en la Corte. ¿Está
la Corte debatiendo la custodia infantil? ¿Derechos
de visita? ¿Órdenes de restricción?
¿Cuál es el principal argumento del perpetrador?
¿Cuáles son sus acusaciones contra ella? ¿Cómo
se defenderá ella contra tales acusaciones? Y luego
debe mantenerse plenamente informada de todo el proceso
en la Corte de Familia, paso por paso, audiencia tras audiencia,
documento tras documento.
Como puedes imaginar, todo esto puede abrumar seriamente
a una víctima. Lo básico es que en casi todas
las disputas legales familiares en las que la víctima
no tiene el beneficio de un sólido caso criminal,
ella misma tendrá que construir su propio caso.
- Si tu clienta
pierde en la Corte de Familia -por ejemplo, si ésta
otorga la custodia de sus hijas e hijos al perpetrador-,
es muy probable que se sentirá devastada. Lamentablemente,
este tipo de situaciones ocurre con demasiada frecuencia
porque el perpetrador puede manipular con mucha facilidad
el proceso en la Corte de Familia. Si esto le sucede a tu
clienta, es muy importante recordarle que la Corte de Familia
tiene una importante ventaja: allí nada es permanente.
Ella podrá regresar en una fecha posterior y conseguir
que la Corte revise el caso.
También
debes recordarle a tu clienta que los perpetradores no dejan
de cometer delitos, especialmente si no han sido llevados
ante la justicia, por lo que ella debería mantenerse
alerta hasta que él cometa el siguiente error.
Defensoras
y defensores de víctimas y servicios para víctimas
Las defensoras
y defensores de víctimas están, en teoría,
del lado de la víctima, para informarle acerca de sus
derechos, hablarle sobre los servicios disponibles y abogar
por ella ante éstos, acompañarla a la corte,
ayudarla a ponerse en contacto con otros servicios, escuchar
atentamente sus preocupaciones y protestar cuando sus derechos
son violados. En la mayoría de los casos descubrirás
que los y las defensoras de víctimas son, de hecho,
muy sensibles hacia tu clienta y estarán en disposición
de ayudarla.
Aun así,
existen serios problemas de los cuales tú y tu clienta
deberían ser conscientes acerca de la actual situación
de la defensoría y los servicios para víctimas
en los Estados Unidos.
- La mayoría
de los y las defensoras de víctimas se encuentran
en un grave conflicto de intereses con el sistema de justicia
criminal. El sistema de justicia criminal ha adquirido cada
vez más control sobre estas personas porque en la
mayoría de áreas los oficiales de la justicia
criminal poseen un creciente control sobre el financiamiento
principal de los y las defensoras de víctimas. En
su mayoría, los albergues para víctimas de
violencia doméstica y los centros de atención
a la crisis por violación deben obtener las firmas
de aprobación de los jefes de policía y del
fiscal de distrito de la localidad para sus solicitudes
anuales de renovación de subsidios relacionados con
violencia contra las mujeres. Lo que esto implica para tu
clienta es que pocas defensoras o defensores de víctimas
querrán crear problemas en el sistema de justicia
criminal en defensa de ella.
- Numerosos servicios
de defensoría para víctimas se han vuelto
cada vez más burocratizados o fragmentados. Esto
se aplica especialmente a los servicios de atención
a la violencia doméstica. En lugar de que se asigne
una defensora o defensor a una víctima por el tiempo
que dure su caso, cada vez es más común que
la víctima sea trasladada de una defensora o defensor
a otra/o dentro del sistema. La víctima podría
iniciar con una defensora telefónica (quien por lo
general es una persona voluntaria con muy poca experiencia
más allá de brindar consejos por teléfono),
luego una defensora en un albergue, después otra
que trabaja en órdenes de restricción; seguidamente,
una defensora en el Departamento de Policía, una
más en la oficina del fiscal de distrito y luego
otra que trabaja en compensación criminal. Esta fragmentación
en la defensoría a menudo le provoca tanta confusión
a la víctima que ella no sabe quién es quién
(como tampoco lo sabe la defensora o defensor).
- Los y las defensoras
de víctimas, en su mayoría, cuentan con apenas
40 horas de capacitación formal, lo cual quizás
estaba bien hace 30 años. En la actualidad, sin embargo,
existe un enorme cuerpo legal, de procedimientos, de investigación
y estudios en relación con la violencia contra las
mujeres. Esto se ve exacerbado por el hecho de que los salarios
de los y las defensoras de víctimas son muy bajos
y su carga de casos es excesiva. Ambos factores conducen
a un elevado nivel de renuncias y contratación de
personal, lo que significa que hay muchas personas sin experiencia
trabajando como defensoras y defensores.
Sugerencias
para orientar a tu clienta sobre los servicios de defensoría:
- Haz conciencia
en tu clienta acerca de las limitaciones de los y las defensoras
de víctimas. Al igual que con todos los demás
sistemas con los que tenga que tratar, tu clienta debe mantenerse
alerta ante la posibilidad de la desinformación.
- Si tu clienta
encuentra una buena defensora o defensor, pídele
que se mantenga en comunicación con esta persona,
aun cuando su caso haya sido trasladado a otra defensora
o defensor. También ayudará enormemente el
que tú te mantengas en contacto con esta persona.
Servicios
de Protección Infantil
Los Servicios de
Protección Infantil (SPI), al igual que la Corte de
Familia, son arena movediza para las mujeres víctimas
de violencia. Recuerda siempre que los SPI tienen solamente
un poder: el de retirar a niñas y niños del
hogar y convertirles en menores bajo tutela del estado. Los
SPI no pueden realizar investigaciones criminales ni presentar
un caso contra el perpetrador; no tienen autoridad para efectuar
arrestos, ni para presentar cargos contra un perpetrador.
Conviene repetir que los Servicios de Protección Infantil
sólo tienen el poder de retirar a niñas y niños
del hogar. Más aún, no están autorizados
a hacerlo con un nivel muy bajo de evidencias.
Por lo tanto, si
tu clienta es víctima de violencia doméstica
y te cuenta que su hija o hijo sufrió abusos por parte
de su padre y luego tú lo reportas a los Servicios
de Protección Infantil, sólo hay una cosa que
los SPI harán: abrir una investigación para
determinar si se debería retirar del hogar a la niña
o el niño. Con demasiada frecuencia, los SPI empezarán
a investigar a tu clienta para determinar si ella protegió
o no a la niña o el niño contra el abusador.
Y muy a menudo, dado que tu clienta es víctima de violencia
doméstica, la respuesta será que no: tu clienta
no le protegió (no podía protegerle) contra
el abusador. Esto tendrá el muy frecuente resultado
de que los SPI le quiten la niña o el niño a
tu clienta. Recientemente, abogadas y abogados de derechos
civiles en Nueva York demandaron con éxito a los Servicios
de Protección Infantil de ese estado en nombre de las
víctimas de violencia doméstica, por estas horrendas
prácticas. Lamentablemente, sin embargo, tales prácticas
persisten con toda impunidad en la mayoría de los estados,
incluida California.
- Si eres una
persona que está obligada por la ley a reportar casos
de abuso infantil, tienes la opción de reportarlos
a los Servicios de Protección Infantil o hacerlo
directa y únicamente a la policía. Cuando
reportas ante la policía y no ante los SPI, la policía
abrirá una investigación criminal contra el
acusado. Y aunque la policía también tiene
el poder de retirar a una niña o un niño del
hogar, raras veces -si es que alguna vez- lo hace. La persona
a quien la policía más probablemente retirará
del hogar será el perpetrador, como debería
ser. En nuestra opinión, sirves mejor a tus clientas
víctimas de violencia si nunca reportas ante los
Servicios de Protección Infantil, y al reportar todos
los casos de abuso infantil ante la policía.
|
Conoce
y haz que se ejerzan los derechos de tu clienta |
En la mayoría
de los estados en Estados Unidos se ha aprobado una significativa
cantidad de leyes sobre los derechos de las víctimas.
La siguiente es una lista de algunas de las legislaciones claves
relacionadas con los derechos de las víctimas en California.
Para una discusión más completa sobre los derechos
de las víctimas y qué hacer cuando éstos
son violados, lee "Conoce tus derechos" en esta página
en nuestro sitio: www.justicewomen.com/help_know_your_rights_sp.html
Según
las leyes de California:
La policía
DEBE escribir un reporte de violencia doméstica en
todos los casos relacionados con violencia doméstica.
(Código
Penal, Sección 13730)
Las víctimas
de violencia doméstica tienen el derecho a obtener
una copia completa del reporte policial criminal sobre su
caso. (Código
de Familia, Sección 6228)
Las víctimas
de violencia sexual tienen el derecho a que les acompañe
una defensora o defensor de víctimas y una persona
de apoyo de su elección en todas las etapas del proceso
de justicia criminal, incluidas todas las reuniones y entrevistas
con la policía y los fiscales. (Código
Penal, Sección 679.04)
La policía
DEBE realizar un arresto en todos los casos de violación
de las órdenes de restricción relacionadas con
violencia doméstica, cuando exista causa probable de
que ocurrió tal violación. La declaración
de una víctima creíble, por sí misma,
es suficiente para causa probable. (Código
Penal, Sección 836(c)(1))
Los fiscales deben
informar a las víctimas de violencia criminal acerca
de cualquier arreglo negociado que el fiscal pretenda ofrecerle
al acusado. (Código
Penal, Sección 679.02(a)(12))
Según
la ley federal:
Las personas que
no hablan inglés tienen el derecho constitucional a
traducción suficiente para que tengan acceso igualitario
a todos los servicios públicos y a los beneficios de
éstos. Los servicios públicos tales como la
policía, la oficina del fiscal de distrito y los departamentos
de libertad condicional deben proveer intérpretes.
(14a. Enmienda - Derecho a Protección Igualitaria de
las Leyes)
|
Obtén
materiales escritos para tu clienta en www.justicewomen.com |
En nuestro sitio
en Internet encontrarás más de 80 documentos
bilingües (en inglés y español) que puedes
descargar para tus clientas. Los textos se encuentran en un
formato fácil de leer, paso por paso. Cubren temas
tales como: Sugerencias
para víctimas de violación; Sugerencias
para víctimas de violencia doméstica; Sugerencias
para mujeres inmigrantes; Sugerencias
para testificar; Sugerencias
para ayudar a una amiga; Escenarios
de aprendizaje; Derechos
de las víctimas, y más, mucho más.
Descarga estas
guías, o llámanos para solicitar los folletos
bilingües con los mismos títulos.
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Traduccion por Laura E. Asturias / Guatemala
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