ntroducción
Las siguientes sugerencias acerca de
cómo escapar a la violencia doméstica tienen el propósito de ayudarte en tu
planificación inicial para liberarte de la violencia, además de orientarte en
tus primeros pasos para buscar ayuda. Ten presente que ofrecemos estas
sugerencias y pensamientos sólo para asistirte en tus propios pensamientos y no
deberían ser considerados como absolutos. Lee el texto, recopila de otras
personas tanta información como puedas y luego recuerda que sólo tú conoces
bien tus propias circunstancias. Las mejores guías acerca de qué hacer son tus
propios pensamientos y tu intuición.
Parte I: Cosas en qué pensar
u lucha por escapar a la
violencia doméstica es heroica Los héroes más admirados en cualquier cultura
son aquéllos que se han sublevado contra la tiranía y la opresión y han luchado
por la libertad y la justicia. Estos aclamados héroes, sin embargo, raras veces
han luchado solos, sin armas ni tropas de algún tipo, sin niñas y niños a su
lado, y con el enemigo atrincherado en su propio hogar, en su corazón y
durmiendo en su cama.
Ésas son precisamente las
condiciones extremas y dolorosas bajo las cuales las mujeres en todo el mundo
empiezan a realizar su escape de la violencia doméstica. Y aun así, hasta la
fecha, la valentía de su lucha por la libertad a menudo se enfrenta a la
crueldad de preguntas tales como "¿Por qué simplemente no te vas?", en lugar de
recibir la admiración y el respeto que esas batallas merecen.
Conforme inicias tu propia lucha
para liberarte de la violencia doméstica, recuerda a menudo, aunque otras
personas lo olviden, que la tuya es la más difícil y valiente de todas las
batallas. Estás rescatándote a ti misma y a tus hijas e hijos de una vida de
terror y de espíritus destruidos. Tu lucha para escapar de la opresión de la
violencia doméstica eleva la dignidad de todas las mujeres y acerca a tu
comunidad a los ideales de libertad y justicia para todas las
personas.
¡Mereces
ayuda! Necesitas mucha ayuda.
¡Puedes encontrarla! Si estás viviendo una situación de violencia
doméstica y el degradante aislamiento y los insultos que la acompañan,
probablemente te sientas avergonzada y creas que no mereces ayuda. Es
importante recordar que es el abusador quien te hace sentir así, y que su
conducta, no la tuya, es criminal e inaceptable. Tú mereces toda la ayuda que
puedas recibir para obtener seguridad, liberarte de la violencia y empezar una
nueva vida pacífica. Debido a que los hombres abusivos ejercen tanto control
sobre muchos aspectos de la vida de una víctima, pocas mujeres pueden liberarse
de la violencia doméstica si no reciben grandes cantidades de ayuda. Entonces,
no vaciles en pedirla en cada paso del camino.
En la Parte II te indicamos
algunos lugares formales y oficiales a los que puedes acudir para conseguir
ayuda. Pero quizás sean las personas que te rodean quienes podrán brindarte
mucho más apoyo: tus amistades, vecinas o vecinos, miembros de la familia,
compañeras o compañeros de trabajo, docentes de la escuela de tus hijos, gente
de tu iglesia, empleo o escuela.
En todos lados, más y más personas
están tomando conciencia acerca del daño y los males de la violencia doméstica.
Y aun cuando no las conozcas bien, muchas se alegrarán de tener la oportunidad
de ayudarte. Entonces, empieza haciendo una lista de todas las personas que tu
intuición te dice que son generosas, inteligentes y podrían apoyarte. Conforme
avanzas en tu camino para liberarte de la violencia doméstica, habrá numerosas
ocasiones en que la ayuda de esas personas hará toda la diferencia del mundo
para ti. Pueden ayudarte cuidando una tarde a tus hijas e hijos, acompañarte a
la policía, a la corte y a las entrevistas con funcionarios; pueden hacer
llamadas para obtener información, brindarte transporte, ayudarte a lidiar con
el dueño de la casa en que vives, a mantener un cuaderno de notas, hablar con
tu empleador, prestarte dinero, y mucho más.
No es necesario que le digas todo
a la gente para pedir ayuda. Pero sí trata de empezar a hablarles a las
personas. Te sorprenderá descubrir cuántas de ellas te apoyarán. Si aún te
sientes tímida respecto a pedir ayuda, escoge a una persona y pídele que sea
ella quien haga tus solicitudes a otras. O pídele a una defensora o defensor de
víctimas que llame a esas personas en tu nombre.
ienes muchos derechos legales.
Conócelos. Si
vives en los Estados Unidos, ya sea que estés casada o seas soltera, o que
estés aquí legalmente o no, tienes numerosos derechos legales. Los hombres
violentos y abusivos suelen mentirles a las mujeres acerca de sus derechos. Un
hombre lo hace para hacerte creer que no tienes derechos y que él puede meterte
en problemas. Y lo hace especialmente si eres una inmigrante en Estados Unidos.
Por esto es muy importante que conozcas tus derechos.
Tienes derecho a recibir
protección igualitaria de las leyes. Tienes derecho a tomar a tus hijas e hijos
y esconder a tu familia de un compañero violento, aun cuando él sea el padre.
Tienes derecho a expresarte libremente. Tienes derecho a asociarte con quien tú
quieras. Tienes derecho a ir y venir a tu antojo, a cualquier hora del día o de
la noche.
Tienes derecho a rehusarte a tener
relaciones sexuales en cualquier momento. Tienes derecho a tener relaciones
sexuales cuando tú quieras y con quien desees tenerlas, si la otra persona
también lo quiere. Tienes derecho a usar métodos anticonceptivos. Tienes
derecho a decidir si quieres o no tener hijos, cuándo tenerlos y cuántos tener.
Tienes derecho a abortar con base únicamente en tu propia decisión; no
necesitas el permiso de tu esposo para interrumpir un embarazo.
Tienes derecho a vivir libre de
violencia y amenazas. Tienes derecho a una protección igualitaria de las leyes
aun cuando de alguna manera hayas violado alguna ley, por ejemplo, si has usado
drogas, manejado sin permiso para conducir o ingresado ilegalmente a Estados
Unidos.
También tienes muchos derechos que
están directamente relacionados con tu escape de la violencia doméstica. En
otro folleto llamado Conoces tus derechos hemos detallado esos derechos y las
formas en que puedes ejercerlos.
En el proceso para liberarte de la
violencia doméstica, necesitarás ejercer libremente muchos de tus derechos. Al
mismo tiempo, es muy posible que te topes con una o dos personas que no
respetarán tus derechos o que abiertamente pretendan violarlos. Quizás las
personas que hagan esto sean las mismas cuyo trabajo consiste en
ayudarte.
Cuando esto ocurra, es muy
importante que no te des por vencida y que no pienses que es tu culpa. Hay
también muchas personas y funcionarios en tu misma ciudad que tienen la mejor
voluntad para luchar firmemente por tus derechos. Si alguien los irrespeta,
busca inmediatamente la ayuda de otras personas. Cuéntaselo a alguna amistad. Y
pídele a esa persona que te ayude a encontrar otros profesionales o
funcionarios que puedan ayudarte.
anejando temores y
riesgos En su
mayoría, las víctimas de violencia doméstica sienten miedo. A veces, estos
temores son tan intensos que pueden inmovilizarte e impedir que actúes en
beneficio de tus propios intereses. Quizás sientas miedo de que si intentas
dejar a tu compañero, su violencia sólo empeorará. Tal vez también temas que no
serás capaz de conseguir suficiente dinero para alimentar a tu familia, que te
quedarás sin una vivienda, que la policía tome partido por el abusador o
simplemente te ignore y te ponga en un mayor peligro, o que el abusador se
lleve a tus niños, y mucho más. Y siempre está el temor de que si tan sólo una
de estas cosas realmente llegara a ocurrir, sería devastador.
La verdad es que tus temores son
justificados, así como es muy real el riesgo de que estas cosas ocurran. Es por
ello que tantas mujeres permanecen atrapadas en la violencia doméstica. Los
peligros de tratar de escapar de la violencia doméstica sin un fuerte apoyo ni
protecciones adecuadas también son muy reales. Sin las protecciones apropiadas,
es un hecho que la violencia de tu compañero probablemente aumentará si tratas
de irte. Es cierto que el dinero no cae de los árboles simplemente porque tu
familia tenga hambre. Es un hecho que todavía hay demasiados policías sexistas
que pueden ignorarte o ponerse del lado de tu compañero. Sin protecciones
adecuadas, también es cierto que la mayoría de hombres abusivos intentará
utilizar a los niños o llevárselos para mantenerte a ti bajo
control.
Decimos todo esto pues muchas
personas piensan que las mujeres deberían ser capaces de simplemente alejarse
de la violencia doméstica. O creen que las mujeres sólo están exagerando y son
demasiado miedosas. Es posible que tú misma pienses estas cosas. Pero no estás
loca ni eres tonta por sentirte atrapada por los temores. Los peligros de dejar
atrás la violencia doméstica son muy reales.
He aquí dos cosas claves que
deberían ayudarte a empezar a manejar tus temores. La primera es que en los
últimos 30 años los grupos que defienden los derechos de las mujeres y la
sociedad han creado numerosas protecciones muy efectivas para ayudarte a
manejar cada uno de los riesgos. Y aun cuando las cosas vayan mal
temporalmente, existen protecciones de respaldo y correcciones que se pueden
hacer en el camino. Cuando leas el resto de este texto y empieces a preguntar a
otras personas acerca de los recursos y protecciones que están disponibles para
ti, deberías empezar a sentir algún alivio a la angustia de tus
temores.
Lo segundo es que tener a tu lado
personas amables que te apoyan mientras realizas tu escape te ayudará
enormemente a reducir tus temores. Si eres como la mayoría de víctimas de
violencia doméstica, seguramente los abusos de tu compañero te han mantenido
muy aislada del contacto humano. Este aislamiento aumenta tus temores en forma
significativa. Entonces, empieza ahora a hablar abiertamente con otras
personas.
a mejor estrategia para
liberarte de la violencia
doméstica suele ser exactamente lo opuesto de la estrategia para
sobrevivirla A
fin de sobrevivir la violencia doméstica, las mujeres a menudo hacen todo lo
posible para no ofender o molestar al abusador. Mientras están sometidas esa
violencia, la mayoría de las mujeres evita afirmar su propio poder. Muy
especialmente evitan mostrar su poder pues esto podría ser visto como un
desafío al poder del abusador. Además, para sobrevivir la violencia doméstica
las mujeres usualmente minimizan el daño físico y mental que se les ha
provocado. Ocultan sus propios resentimientos, necesidades y dolores, y se
concentran en las necesidades del abusador. Las mujeres atrapadas en la
violencia doméstica por lo general también son muy cuidadosas de no revelar los
abusos a otras personas, a fin de evitar que éstas confronten al abusador y de
esa manera empiece una nueva ronda de ataques.
Estas estrategias de sobrevivencia
no son exclusivas de las mujeres que sufren violencia doméstica. Son
estrategias de sobrevivencia practicadas por prisioneros de guerra, esclavos,
ciudadanos en estados totalitarios y todos los seres humanos que se encuentran
viviendo atrapados en regímenes violentos y opresivos.
Escapar de la violencia doméstica,
al otro lado, por lo general requiere exactamente la estrategia opuesta que se
utiliza para sobrevivir la violencia doméstica. Escapar exige hacer acopio de
todas tus fortalezas y afirmar tu poder al máximo nivel posible contra el
abusador. Requiere que te concentres intensamente en tus propias necesidades y
las de tus hijas e hijos, y que dejes de mantenerte atenta a las necesidades
del abusador. También exige que hables abiertamente y en repetidas ocasiones
sobre el abuso con otras personas para que ellas puedan brindarte su mejor
ayuda.
Puede ser difícil y muy
atemorizante hacer este repentino cambio en tu conducta, especialmente si te
sientes exhausta, abatida y aterrorizada. Es por ello que, mientras más ensayes
mentalmente este tipo de cambio, más capaz serás de centrar tus energías cuando
las necesites.
o te avergüences si aún lo
amas Muchas
mujeres aman a los hombres que abusan de ellas, y esto no es algo de qué
avergonzarse. Lo que tú amas en él probablemente es muy real y merecedor de
amor. Así que no te repudies por sentir amor. Es posible amar al abusador y a
la vez ser consciente y firme en cuanto a que la violencia y el abuso deben
terminar. Y si estás leyendo esto, quizás ya sabes que él no se detendrá por sí
mismo, porque tú tal vez has tratado, has rogado e implorado, y el ha prometido
y prometido, y luego ha roto cada promesa una y otra y otra vez.
También es posible que ya no ames
al hombre que abusa de ti. Y eso tampoco es algo de lo que debas avergonzarte.
Recuerda que fue él, no tú, quien extinguió la posibilidad del amor.
¿Y si no
quieres meterlo en problemas? Éste es un sentimiento común en muchas víctimas
de violencia doméstica. Desafortunadamente, lo que a menudo ocurre cuando la
mujer trata de evitarle problemas a un hombre abusivo es que tanto ella como
sus hijas e hijos terminan peor, y el abusador acaba metiéndose en más
problemas que antes.
Ocurre de esta manera: la víctima
se reprime y no le dice todo a la policía, o no acude en absoluto a la policía
y sólo obtiene una orden de restricción, o trata de irse sin ninguna
protección. En suma, ella intenta utilizar el menor poder posible para escapar
de la violencia con la esperanza de que esto sea suficiente para que el
abusador se mantenga alejado y así detener la violencia.
Pero el gran peligro de esta
táctica es que una persona abusiva y violenta casi siempre está dispuesta a
usar aún más violencia a fin de reestablecer su control. Entonces, si no
construyes un muro de protección suficientemente alto a tu alrededor, el
abusador reconocerá eso inmediatamente y es casi seguro que sus abusos
aumentarán para recuperar su control sobre ti de una u otra forma.
Considera esta otra estrategia:
usar tu máximo poder contra él, de una sola vez. Dile todo a la policía, obtén
la orden de restricción y la custodia infantil, consigue que se le retire del
hogar, llama de nuevo a la policía si él llama tan sólo para decir que está
arrepentido; no canceles la orden de restricción, y sigue adelante con los
cargos criminales - aun cuando guardes esperanzas de volver con él en el
futuro.
En primer lugar, esta estrategia
te protege de manera que tienes tiempo para pensar, respirar y actuar sin tener
que preocuparte de que él te persiga. En segundo lugar, esto consigue que el
abusador se concentre en el peso del sistema que está cayendo sobre él y así
desvía su atención a algo que no seas tú. En tercer lugar, este enfoque le
provoca un choque al abusador; lo hace sentir sin equilibrio y fuera de
control, de forma que es él quien debe preocuparse de lo que le va a ocurrir.
Finalmente, esto le da el mensaje claro de que no funcionará ninguna maniobra
errónea o intento de manipulación de su parte.
Abrumar de esta manera al
abusador, con tanto peso como puedas ponerle encima, sirve no sólo para
protegerte a ti y a tus niños tanto como puedas, sino también para prevenir que
el abusador piense en vengarse y se meta en problemas aún más
grandes.
No existen garantías acerca de
cuál estrategia funcionará mejor en tu situación. Pero, según nuestra
experiencia, la manera más adecuada para lograr detener la violencia de una vez
por todas consiste en lanzarle al abusador todo el poder del sistema que sea
posible y mantener así las cosas. Esto es cierto aun cuando tengas esperanzas
de volver con él. De hecho, es especialmente cierto si tienes esas esperanzas,
porque lo que te interesa es enseñarle una dura lección: que sus abusos no van
a ser tolerados y que se le exigirá rendir cuentas por éstos.
¿Y si no
quieres que él vaya a la corte o a prisión y sólo quieres que reciba
consejería? Este
deseo es similar al anterior, y también es muy común. Se basa en una inadecuada
comprensión del sistema judicial. En general, las cortes no le pueden ordenar a
alguien que reciba consejería sobre violencia doméstica a menos que a esa
persona se le haya encontrado culpable de haber cometido tal delito. Y para que
se le encuentre culpable de ese delito, se le debe acusar de haberlo cometido y
pasar por todo el proceso en los tribunales.
Generalmente, sin embargo, si la
corte encuentra culpable de violencia doméstica a un hombre, si ésta es su
primera ofensa y si tus lastimaduras no fueron severas, es probable que la
corte lo envíe a consejería y no a prisión.
ero los niños necesitan a su
padre La
preocupación por la futura relación de las niñas y los niños con su padre es un
tremendo conflicto para muchas mujeres. De hecho, a ti podría parecerte que tu
abusivo compañero se lleva bastante bien con ellos. Lo primero que debes saber
es que, indiferentemente de la gravedad del abuso, es casi imposible que una
corte decida cortar completamente la relación entre los niños y su padre. Lo
que una corte probablemente hará es supervisar esa relación hasta tener la
seguridad de que el hombre no está haciéndoles daño a sus hijas e
hijos.
Otra cosa que debes saber es que
aun cuando los niños no estén siendo directamente abusados por su padre, la
violencia doméstica contra ti les afectará y dañará seriamente. Todas las
investigaciones muestran que niñas y niños de cualquier edad son conscientes de
la violencia, aun cuando tú pienses que estaban durmiendo mientras el abuso
ocurría. De hecho, mientras más joven sea una niña o un niño, más grave será el
efecto. Los estudios también muestran que la violencia de tu compañero contra
ti frecuentemente provoca daños a largo plazo en las hijas e hijos.
Recuerda que tú eres la madre de
esos niños y que dependen de ti para su seguridad y cuidados nutricios. Cuando
ven que su madre vive con temor, humillaciones y desesperación, sus vidas
también se llenan de temor, humillaciones y desesperación. Esto es cierto aun
cuando su padre no les esté abusando directamente. Las niñas y los niños que
viven en un hogar donde hay violencia doméstica a menudo tienen problemas de
aprendizaje, conflictos emocionales y problemas de conducta. Estos problemas
suelen continuar hasta su vida adulta.
Por otro lado, cuando las niñas y
los niños ven que su madre pone fin a los abusos, esto no sólo les rescata del
inmediato ambiente opresivo, sino también les permite aprender una de las más
valiosas lecciones en la vida: que no tienen por qué tolerar abusos. Aprenden
que tienen el derecho a detener el abuso en sus propias vidas. Es una
valiosísima lección que llevan consigo para siempre.
Conforme das tus primeros pasos
para liberarte de la violencia doméstica, habla a menudo con tus hijas e hijos.
Sostén conversaciones cortas que no les abrumen con demasiados detalles.
Pregúntales cómo se sienten. Asegúrales que su padre siempre será su padre.
Diles que la separación no significa que él no les ama. Diles abiertamente que
algunas de las conductas de su padre son abusivas y que nadie debe tolerar los
abusos, así que él debe retirarse por un largo tiempo. Diles que no deben
sentirse culpables por esto, y que está bien que se sientan tristes, que está
bien que extrañen a su padre y lo amen. Y que está bien que se enojen con él.
Explícales que estás ayudando a su padre y a toda la familia a poner fin a los
abusos.
¡No, tú no
estás loca! Cuando vives 24 horas bajo amenazas y con el
temor de sufrir abusos en tu hogar, lo que ocurre es que te traumatizas. Pero
no estás loca.
Quizás sientas como si estuvieras
loca porque has estado reteniendo adentro tanto dolor y sufrimiento. Pero una
vez que te liberas de la violencia y el abuso, esa sensación de estar loca
usualmente empezará a desaparecer por sí misma. A veces toma tres, cuatro meses
o un poco más, y hay muchos altos y bajos. Así que no te des por vencida si las
cosas no cambian de la noche a la mañana.
Da un paso a la vez. Mantente
centrada en las tareas de las que tienes que ocuparte y en tus metas. Es
posible que en algún momento quieras aprovechar los muchos servicios de
consejería que están disponibles para víctimas de violencia doméstica y que te
ayudarán a manejar la situación. Pero no, ¡tú no estás loca! Y una vez que
salgas del abuso y vuelvas a pararte sobre tus propios pies, vas a estar muy
bien.
az que tus sueños despierten de
nuevo Uno de los
muchos daños graves de la violencia doméstica es que el abuso suele extinguir
las esperanzas y los sueños, a veces al punto en que las víctimas ni siquiera
pueden recordar los tiempos en que tuvieron sueños y esperanzas. Esto ocurre
porque cuando una persona mantiene un control violento sobre tu vida, no tienes
forma de realizar tus propios sueños, y así tu mente los reprime.
Vas a necesitar tus esperanzas y
sueños para ayudarte a superar los obstáculos y adversidades que implica el
escapar de la violencia. Aun cuando tu vida sea muy difícil en ese proceso, haz
tiempo para pensar en todo lo bueno que quisieras para ella. Atrévete a soñar
de nuevo, aunque en algún momento parezca imposible alcanzar tus sueños. Una de
las cosas que las mujeres siempre nos dicen después de que han estado libres de
violencia doméstica durante algún tiempo es que nunca creyeron que fuera
posible. ¡Pero es posible! Y también tú puedes volver a encontrar la
felicidad.
Parte II: Fuentes de ayuda
La siguiente es una descripción de
algunos profesionales y funcionarios cuyo trabajo consiste en ayudarte a
liberarte de la violencia doméstica de una manera segura, a obtener justicia y
forjarte una nueva vida. Conforme te liberas de la violencia, tendrás que
lidiar con un profesional tras otro. Muchas de estas personas te brindarán una
gran colaboración, pero en el camino encontrarás una o dos que podrían tratarte
con desconsideración. Cuando te encuentres con un profesional o funcionario que
no tome seriamente tu situación, no te rindas. Y no aceptes un mal tratamiento.
Obtén ayuda de otras personas, de manera que puedan trabajar contigo para
corregir la situación. Tienes el derecho constitucional a recibir protección
igualitaria de las leyes.
efensoras y
defensores de víctimas: El trabajo de una defensora o un defensor
consiste en brindar apoyo a víctimas como tú, responder tus preguntas, ayudarte
a encontrar consejería y a obtener órdenes de restricción, explicarte cómo
funciona el sistema, acompañarte a las entrevistas con oficiales y a la corte,
luchar por tus derechos, escuchar tus problemas, informarte acerca de tus
opciones y brindarte consejos. En otras palabras, esta persona debería ser como
una mejor amiga entrenada, alguien que tenga conocimientos y esté de tu
lado.
En la mayoría de los estados
(incluida California), la ley dice que los y las defensoras de víctimas deben
mantener bajo absoluta confidencialidad todo lo que tú digas. No pueden
discutir tu caso con nadie a menos que tú lo autorices. De hecho, no deberían
emprender ninguna acción en tu caso hasta que tú les des permiso para hacerlo.
(La única excepción a esta regla es que a los y las defensoras de víctimas que
se especializan en violencia doméstica usualmente se les exige reportar sus
sospechas de abuso infantil.)
Llamar y comunicarte con una
defensora o defensor de víctimas es un buen punto de partida para empezar a
liberarte de la violencia doméstica pues te permite discutir con esta persona
todas tus dudas, temores y preguntas, así como recibir la completa seguridad de
que mantendrá estas conversaciones bajo una estricta confidencialidad. Puedes
encontrar defensores de víctimas llamando al albergue local para mujeres, al
centro local de atención de la crisis por violación o a los centros locales de
asistencia a víctimas; también puedes llamar a la policía o a la oficina del
fiscal de distrito. La mayoría de centros para víctimas tiene defensores
disponibles las 24 horas del día para hablar contigo. Y casi todos estos
centros (al menos en California) cuentan con defensores que hablan la mayoría
de los idiomas en tu área, además del inglés.
Hay un par de cosas que deberías
saber acerca de los y las defensoras de víctimas. Estas personas no tienen
poderes oficiales. No pueden emprender ninguna acción oficial en tu caso, tal
como presentar cargos contra el perpetrador, realizar un arresto o aprobar una
orden de restricción. Sin embargo, dados sus conocimientos sobre el sistema,
algunas de estas personas son muy efectivas para presionar al sistema a fin de
obtener la justicia y protección que mereces. Otras no lo son. Y al igual que
con todas las demás personas a quienes acudas para recibir ayuda, si no estás
obteniendo lo que necesitas de tu defensora o defensor, deberías buscar alguien
más que sí te ayude.
peradores de la
línea 911: Los
operadores de la línea 911 son mucho más que operadores telefónicos. Están
entrenados para manejar tu llamada de emergencia por violencia doméstica. Se
les ha capacitado para ayudar a que te mantengas calmada, para hacerte
preguntas críticas, darte consejos de emergencia, acceder rápidamente a
documentos importantes en tu caso, tales como órdenes de restricción, y
conseguirte la ayuda que necesitas tan pronto como sea posible. También tienen
acceso inmediato a intérpretes profesionales en aproximadamente 100 diferentes
idiomas.
Cuando llames al 911, quédate en
la línea con el operador tanto como tu seguridad lo permita. Trata de
mantenerte en la línea hasta que la policía llegue a tu puerta. Escucha
cuidadosamente la voz del operador. Responde en forma completa todas sus
preguntas. Dile todo lo que puedas acerca de la violencia y las amenazas del
abusador, así como sobre las armas que éste posea. Infórmale si el abusador ha
sido violento en el pasado. Cuéntale tus temores. ¡Continúa hablando! Y si
tienes que correr o dejar el teléfono por tu seguridad, ¡no cuelgues el
auricular!
He aquí algunas informaciones
importantes que debes conocer acerca de tu llamada a la línea 911:
- Todas las llamadas al 911 son
grabadas y guardadas como evidencia. La grabación de tu llamada frecuentemente
es una pieza clave de evidencia en tu caso. Así que sigue hablando. No
cuelgues.
Hablar y mantenerte en la línea es especialmente importante si no hablas
inglés. Recuerda que si no lo hablas, un intérprete profesional llegará al
teléfono en la línea 911 para hablar contigo y con el operador. Diles a ambos
tanto como puedas sobre tu historia pues es posible que el oficial que se
presente a la escena no hable tu idioma. Y aunque la policía también debería
conseguirte un intérprete profesional, algunos oficiales no lo hacen. Por esto,
tu llamada al 911 puede ser la mejor oportunidad que tendrás para brindar un
relato exacto de tu historia. Recuerda también que la información que des al
intérprete será transmitida al oficial que se presentará a tu casa.
- A la vez que el operador de la
línea 911 te hace preguntas, también está haciendo un resumen de tu llamada
para el oficial que está en camino a la escena.
- Si marcas el 911 pero por alguna
razón no puedes hablar, o si te ves obligada a dejar de hablar, no cuelgues el
auricular. Sólo con haber llamado al 911, el sistema automáticamente ubica tu
dirección. Además, si tienes que correr y dejas abierta la línea, el operador
podrá obtener información crítica sobre lo que esté ocurriendo pues escuchará
los sonidos que hay en el fondo de la llamada.
olicía: En
los últimos diez años, a la policía se le han otorgado extensos poderes para
ayudar y proteger a las víctimas de violencia doméstica. Las nuevas leyes
alientan a la policía a realizar arrestos en casos de violencia doméstica. En
la mayoría de los estados, la policía también puede extenderte una orden de
restricción de emergencia en el lugar de los hechos. Valiéndose de estas
órdenes de emergencia, la policía puede retirar al abusador del hogar,
otorgarte custodia legal temporal de tus hijas e hijos y ordenarle al abusador
que se mantenga alejado de ti y de tus niños. Adicionalmente, casi todos los
agentes de policía han recibido capacitación especializada en la dinámica y la
investigación de la violencia doméstica. Detalladas políticas del departamento
de policía generalmente exigen que los agentes te provean extensa información
de seguimiento y que te ofrezcan una gama de servicios para tu
seguridad.
He aquí algunas otras cosas que
deberías saber a fin de obtener la mejor ayuda posible de la
policía.
- La policía sólo puede utilizar
sus poderes cuando sospecha que un crimen ha ocurrido o está a punto de
suceder. Cuando estés con los agentes de policía, es muy importante que te
concentres en informarles sobre la conducta criminal del abusador hacia ti. En
la violencia doméstica, ejemplos de actos criminales son: violencia física y
sexual, amenazas de violencia, vandalismo, secuestro, retención contra tu
voluntad y violación de las órdenes de restricción.
Tu experiencia de violencia doméstica probablemente incluya muchos más que
estos actos criminales, tales como insultos y mentiras de parte del abusador,
lenguaje soez frente a los niños, traiciones emocionales y más. Pero estas
cosas no constituyen crímenes. Para la mayoría de las víctimas de violencia
doméstica es muy difícil separarlo todo, ya que para ellas tanto los actos
criminales como los no delictivos son dañinos y dolorosos. Aun así, cuando
estés hablando con los agentes de policía trata de mantenerte centrada en los
actos criminales del abusador y proporcionarles tantas evidencias de esos actos
como te sea posible.
- Como víctima de violencia
doméstica, en cualquier momento puedes acudir a la policía. Aunque siempre es
mejor llamar a la policía inmediatamente después de un ataque pues la evidencia
está fresca, puedes acudir a la policía al día siguiente, la próxima semana o
el mes siguiente. Puedes llamar a la línea 911 si tienes una emergencia, o
llegar a la estación de policía y pedir hablar con un agente en cualquier
momento.
- ¡No te guardes nada! Dile todo al
oficial. El reporte criminal de violencia doméstica que la policía escribe
después de tu llamada es usualmente el documento más poderoso con que contarás
y que determinará tu futura seguridad, tu acceso a la justicia, a la asistencia
para víctimas y más. Ese reporte escrito por la policía también puede ser el
documento más significativo en el rebate de una audiencia de orden de
restricción, el rebate de la custodia infantil y en cualquier otro problema
legal que pudieras tener con el abusador. El reporte policial también puede
ayudarte enormemente en cualquier problema relacionado que enfrentes con el
dueño de la casa en que vives, en tu trabajo, con tu familia, con el servicio
de inmigración y demás.
Entonces, no te guardes nada. Dile todo al agente de policía. Proporciónale
detalles del más reciente incidente. Infórmale sobre cualquier evidencia o
testigos en que puedas pensar. Cuéntale acerca de las amenazas específicas que
el abusador te ha proferido. Si temes por tu seguridad o la de tus niños,
díselo al agente y explícale por qué tienes miedo. Muéstrale todas tus
lastimaduras. Infórmale sobre cualquier arma que el abusador haya utilizado o a
las que tenga acceso. Dile lo que sepas sobre sus antecedentes criminales.
Más todavía, cuéntale al agente la historia del abuso. Relátale el peor
incidente que ha ocurrido. Si el abusador te ha obligado a tener relaciones
sexuales, díselo al agente. Cuéntale también si el abusador ha lastimado alguna
vez a tus niños. Alienta a tus niños a que también le digan al agente todo lo
que saben.
Si después de que el agente se ha retirado recuerdas información importante que
debería aparecer en el reporte, toma una hoja de papel y escribe una
declaración, llévala a la estación de policía tan pronto como puedas y pide al
recepcionista que por favor la agregue al reporte en tu caso.
- Si tu caso es atendido por un
agente de policía que no lo
toma con seriedad o que no hace un trabajo completo, ¡no te rindas!
Desafortunadamente, pese a la capacitación y a las nuevas leyes, todavía hay
demasiados agentes que no dan a la violencia doméstica la seriedad que
requiere. Las malas actitudes y conductas de estos oficiales son extremadamente
peligrosas para las mujeres. Si éste es el tipo de agente que responde a tu
llamada, no es tu culpa, sino del agente, y mereces mucho más que
eso.
Éstas son algunas cosas que puedes
hacer:
- Toma algunas hojas y escribe tu
historia lo mejor que puedas. Llévala a la estación de policía y pídele al
recepcionista que agregue esta declaración a tu reporte policial.
- También puedes llamar al operador
de la línea 911 y decirle que necesitas más ayuda, o que una información
importante no fue incluida en tu caso.
- Otra opción es llamar a la
estación de policía, pedir hablar con el sargento de turno e informarle que hay
información importante que no fue incluida en tu caso.
lbergues y
programas para víctimas de violencia doméstica: Si temes por tu vida y sientes que la protección
de la policía y de las cortes no es suficiente, deberías llamar al albergue
para víctimas de violencia doméstica en tu área y solicitar refugio. Si ese
albergue está lleno, seguramente te referirán a otro en un condado vecino y te
ayudarán a llegar allá.
Además de proveer vivienda segura,
los albergues para víctimas de violencia doméstica generalmente también cuentan
con defensores, consejeros, grupos de apoyo, programas para niñas y niños, así
como otros programas disponibles para ayudarte. Puedes utilizar los servicios
de estos profesionales y programas ya sea que te estés quedando o no en el
albergue.
Los albergues para víctimas de
violencia doméstica también tienen líneas de crisis de 24 horas al día a las
que puedes llamar para hablar con una consejera o consejero durante el día o la
noche. En las personas que atienden estas líneas encontrarás apoyo. Escuchan
bien y pueden informarte sobre los servicios que están disponibles para
ti.
No vaciles en llamar a las líneas
de crisis por violencia doméstica a cualquier hora del día o de la noche. Todas
tus comunicaciones con la persona que te atienda en la línea de crisis serán
confidenciales. Y si todavía te preocupas por la privacidad de tu historia,
utiliza un nombre ficticio cuando hagas la llamada. El número de teléfono de la
línea de crisis en tu área probablemente se encuentre en las primeras páginas
de la guía telefónica, o puedes obtenerlo llamando al operador.
entros de
atención de la crisis por violación: El abuso sexual y la violación son experiencias
muy comunes de la violencia doméstica. A muchas mujeres se les dificulta hablar
sobre este aspecto de los abusos. Y aunque los y las defensoras de víctimas de
violencia doméstica pueden tener alguna capacitación en violencia sexual,
podrías sentirte mucho más cómoda si hablas sobre estos asuntos con una persona
especializada específicamente en este campo.
Al igual que los centros para
violencia doméstica, los centros de atención de la crisis por violación cuentan
con líneas telefónicas las 24 horas del día, grupos de apoyo, defensoras y
otros servicios que están disponibles para ti.
entros de
asistencia a víctimas: La mayoría de los estados ha establecido fondos
monetarios estatales para ayudar a las víctimas de crímenes a pagar por sus
necesidades de consejería, gastos médicos y necesidades de emergencia
relacionadas con el crimen; también para compensar los salarios que pudieran
haber perdido como resultado del crimen. Estas agencias estatales usualmente
tienen oficinas locales. Pregunta al departamento de policía o a la línea de
crisis por violencia doméstica sobre la ubicación del centro de asistencia a
víctimas más cercano a ti.
Para poder aplicar a esos fondos
de asistencia, necesitas haber hecho un reporte del crimen a la policía. Luego
tendrás que llenar los formularios necesarios en el centro de asistencia a
víctimas.
árcel del
condado: Aunque
podría parecer extraño que la cárcel del condado pueda ser una fuente de ayuda,
una vez que tu compañero ha sido arrestado la cárcel es uno de los primeros
lugares a los que probablemente querrás llamar. Allí pueden brindarte
información crítica sobre la situación de tu compañero y, si lo solicitas, la
cárcel puede notificarte si él está a punto de quedar en libertad. A la mayoría
de las cárceles se puede llamar las 24 horas del día.
Si tu compañero fue arrestado,
llama a la cárcel y da allí su nombre completo y la fecha de su nacimiento si
la tienes. En la cárcel pueden decirte (de hecho, tienen la obligación de
decirte) si esa persona está en la cárcel en ese momento. Pueden informarte
cuál es el monto de la fianza, los cargos bajos los cuales se le ingresó, así
como la fecha, hora y salón de su próxima audiencia en la corte. Esta
información puede ser valiosísima por muchas razones. Si te despiertas de
repente durante la noche, temerosa y preguntándote si tu compañero ha salido de
la cárcel, una llamada a ese lugar puede darte seguridad y permitirte volver a
dormir.
Conocer el monto de la fianza de
tu compañero puede ayudarte a evaluar si es probable que él salga o no de la
cárcel. Y si sientes que ese monto es muy bajo, puedes llamar al fiscal (a la
oficina del fiscal de distrito) que está trabajando en tu caso, o escribir una
nota para el juez, pidiendo que el monto sea aumentado.
Cuando una persona es ingresada a
la cárcel, ahí se registran los crímenes que la policía sospecha que esa
persona ha cometido. Éstos son llamados "cargos de arraigo". No son
necesariamente los cargos que el fiscal de distrito presentará contra tu
compañero, pero sí te dan una idea general sobre cuáles podrían ser los cargos
finales. En cuanto a la fecha y hora de la próxima audiencia de tu compañero en
la corte, esta información puedes obtenerla generalmente de varias fuentes.
Pero a menudo la manera más rápida de conseguirla es llamar a la cárcel.
Recuerda que ahí no tendrán esta información si tu compañero nunca llegó a la
cárcel o si salió bajo fianza.
Hay otra cosa muy importante que
en la cárcel pueden hacer por ti si la solicitas. Si eres una víctima de
violencia doméstica o violencia sexual, la cárcel puede notificarte si tu
abusador está a punto de quedar en libertad. Debes recordar, sin embargo, que
si desde la cárcel tratan de localizarte pues están a punto de liberar a tu
abusador y no te encuentran, probablemente de todos modos lo pondrán en
libertad.
ficina del
Fiscal de Distrito: Después de que la policía termina de escribir el
reporte de tu caso de violencia doméstica, éste es enviado a la oficina del
fiscal de distrito. Después de leer el reporte, la oficina del fiscal de
distrito determina si presentará o no cargos formales contra tu compañero y
decide cuáles serán esos cargos.
Si el fiscal de distrito decide no
presentar cargos, ése será el fin del caso criminal contra el abusador, a menos
que tú te opongas, y usualmente tendrás que oponerte de una manera muy
firme.
Si el fiscal de distrito sí
presenta cargos, querrás saber cuáles son esos cargos, quién es el fiscal
asignado a tu caso y cuándo tendrás que testificar, si esto fuera necesario.
Por lo general, puedes obtener las respuestas a estas preguntas simplemente
pidiéndolas en una llamada telefónica a la recepción de la oficina del fiscal
de distrito.
Conforme el caso progresa, es
probable que te surjan muchas más preguntas para las cuales definitivamente
deberías obtener respuestas. Tu punto de partida para obtener esas respuestas
es, de nuevo, una llamada a la oficina del fiscal de distrito. También puedes
pedirle a una defensora o defensor de víctimas o a una amiga muy lista que haga
la llamada por ti.
Recuerda: Los
pensamientos y recursos que hemos incluido aquí tienen la finalidad de ayudarte
a iniciar tu liberación de la violencia doméstica. En el camino, conforme das
esos pasos, surgirán muchas más preguntas y necesidades. Haz preguntas. Pide
ayuda. No te des por vencida si alguien se interpone en tu camino. Mereces paz,
felicidad, libertad, justicia y toda la ayuda necesaria para acercarte a tu
meta.
Se autoriza copiar y distribuir esta información siempre y cuando el
crédito y el texto se mantengan intactos.
Reservados © todos los derechos, Marie De Santis,
Women's Justice Center,
www.justicewomen.com
rdjustice@monitor.net
Traduccion por Laura E. Asturias / Guatemala
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