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Parte III

Segunda línea de promoción
y defensa:
Estrategias para corregir una respuesta inadecuada del sistema
de justicia criminal

Introducción
Estrategias y opciones de promoción y defensa:
  Reuniones cara a cara con las autoridades
Monitorea, descubre e introduce las pruebas en el caso tú
misma
¡Pon todo, absolutamente todo, por escrito!
Lleva el caso a las puertas de la corte
Utiliza los poderes comunitarios fuera del sistema de justicia criminal
Acude a la prensa
Organízate y realiza manifestaciones

Introducción


Es crucial, para la seguridad y libertad de las mujeres en todas partes, que aquéllas que son víctimas de violencia y sus defensoras/es sepan cómo aplicar suficiente presión sobre el sistema de justicia criminal cuando las autoridades no responden en forma apropiada. La siguiente sección ofrece algunas de las estrategias que nos han resultado más efectivas para corregir respuestas inadecuadas del sistema a los casos de violencia contra las mujeres.

Aunque en la mayoría de los países existen leyes vigentes orientadas a proteger a las mujeres contra la violencia, el enorme problema que persiste, tanto en el mundo desarrollado como en las naciones en desarrollo, es una profunda falta de voluntad, por parte de funcionarios del sistema de justicia criminal, para cumplir esas leyes. Mientras el intenso sexismo de nuestras agencias de justicia criminal no sea corregido, las mujeres y sus defensoras/es debemos vigilar estrechamente el manejo que las autoridades hacen de cada caso y disponernos a emprender una fuerte acción según sea necesaria para corregir el frecuente mal manejo de estos casos. Y luego continuar aumentando la presión, hasta que los casos sean manejados como deben serlo.

Recuerda: las vidas y la libertad de las mujeres dependen de una apropiada respuesta del sistema de justicia criminal. De hecho, si lo piensas, te darás cuenta que una respuesta inadecuada de ese sistema a menudo pone a las mujeres en un mayor peligro de aquél en que se encontraban antes de acudir al sistema para pedir ayuda. Una débil respuesta por parte de las autoridades hace que los perpetradores se sientan envalentonados, ya que les da a éstos el mensaje de que su violencia no es un gran problema. Esa débil respuesta también debilita a las víctimas, al empujarlas a la desesperación de alguna vez obtener la ayuda y justicia que merecen.

Así que no temas darle un empujón al sistema hasta que te responda adecuadamente. La justicia y la protección son tanto un derecho como una necesidad para las mujeres en todas partes.

 

Reuniones cara a cara con las autoridadessa

Si has hecho una llamada telefónica o dos a las autoridades y los problemas en el caso de tu clienta no son corregidos, las cosas podrían cambiar con una reunión cara a cara entre una defensora o defensor, una víctima, quizás una persona de apoyo y un/a funcionario/a de alto nivel. Estas reuniones pueden funcionar no porque estés aplicando tácticas particularmente pesadas, sino más porque hacen entrar en el juego los formidables y persuasivos poderes de una relación cara a cara. A un/a funcionario/a literalmente se le obliga a enfrentarse a la causa de la víctima y a las injusticias relacionadas, algo que las autoridades de más alto nivel raras veces tienen que hacer. Y ese/a funcionario/a debe hacerlo en presencia tuya, la persona defensora, que sirves como el compás de la reunión, como testiga/o y defensor/a de los derechos de la víctima. Muchos funcionarios que suelen ser insensibles responden a tales reuniones haciendo abruptas mejorías en el manejo del caso de la víctima y a menudo tomando el caso bajo su propia ala.

Las reuniones cara a cara con esas altas autoridades pueden producir beneficios más allá del caso inmediato. Pueden dejar una impresión duradera de tu disposición a pasar por todos los niveles y persistir en la defensa de los derechos de tu clienta. Una sola y bien ejecutada reunión en persona puede establecer rápidamente relaciones de trabajo sólidas y a largo plazo con funcionarios/as de los más altos estratos. Con frecuencia, los problemas que se presenten más adelante en los casos presentes o futuros pueden entonces ser resueltos con apenas una llamada telefónica.

Cuando se trata de decidir si una reunión cara a cara es el curso de acción adecuado para el problema de tu clienta, también es importante considerar que estas reuniones pueden ser más impredecibles que otros medios de presión sobre las autoridades. En realidad nunca sabes con certeza qué se sacará un/a funcionario/a de la manga, o cómo reaccionará la víctima. Tampoco hay tiempo para salir del lugar para hacer consultas. Tienes que pensar mientras estás ahí.

Por supuesto, la clave para minimizar los riesgos y maximizar los enormes beneficios de una reunión cara a cara es una buena preparación, tanto tuya como de tu clienta, con suficiente anticipación. Las siguientes sugerencias tienen el propósito de ayudarte a ti y a tu clienta a entrar a esas reuniones como un equipo fuerte y unido, para luego salir de ellas con compromisos específicos, por parte de un/a funcionario/a, de corregir las cosas en el caso de tu clienta. No te dejes desalentar por la extensión de los detalles que aquí damos. Una vez que has hecho esto unas cuantas veces, la preparación para tales reuniones será sumamente fácil. Y aunque nos centramos en reuniones con las autoridades del sistema de justicia criminal, los mismos principios se aplican y pueden servirte para resolver problemas de todo tipo con cualquier otro/a funcionario/a.

Reúnete con autoridades que tienen poder directo sobre la situación

Siempre reúnete con un/a funcionario/a que tenga suficiente poder en el caso, de manera que pueda resolver los problemas sin tener que consultarles a otros/as. A veces puede ser el supervisor directo del funcionario/a a cargo del caso. Pero, dependiendo de las circunstancias, se podría requerir alguien de por lo menos uno o dos niveles más altos. Y si los problemas son severos, no vaciles en ir hasta el nivel más alto.

Al hacer la cita para la reunión, dile a quien te atienda cuántas personas llegarán y quiénes son. La mejor combinación para estas reuniones sería así: la víctima, su defensora y una persona de apoyo elegida por la víctima. Es mejor que esa persona de apoyo sea una que esté dispuesta a tomar notas y sea capaz de hacerlo. Cuando los asuntos son menores, está bien que a las reuniones lleguen sólo la víctima y quien la defiende.

Como regla general, al hacer la cita deberías ofrecer un breve resumen de los asuntos que deseas discutir. Pero no des demasiada información. Si empiezas a dar detalles por teléfono, será natural que el/la funcionario/a quiera tratar de resolver las cosas en ese mismo momento, por teléfono. Brindar demasiados detalles también le da a esa persona los medios para idear un plan para deshacerse rápidamente de ti en la reunión, si eso es lo que quiere.

Si un/a funcionario/a se niega a reunirse contigo, llama directamente a su supervisor/a. No hay nadie que tenga más derecho a una reunión cara a cara con autoridades del sistema de justicia criminal que la víctima de un crimen violento que se siente insatisfecha por cómo se está manejando su caso. No es aceptable que un/a funcionario/a se rehúse a tener esa reunión. Y, según nuestra experiencia, es raro que las autoridades rechacen tal solicitud.

NOTA: Las víctimas no deberían reunirse solas con funcionarios/as de alto nivel - sobre todo si ya hay problemas en el caso. La tendencia de las fuerzas de seguridad a defender sus posiciones - sin importar cuán equivocadas sean - con ocultamiento, intimidación y manipulaciones es demasiado fuerte como para que las víctimas la enfrenten por sí mismas. Si eres una víctima que está leyendo esto, es importante que encuentres una buena defensora que te acompañe a cualquier reunión que quieras tener con las autoridades para corregir lo que han hecho mal.

Preparándote para la reunión

Define una serie clara de objetivos, quejas y argumentos de apoyo

Al ir a la reunión, tú, tu clienta y la persona de apoyo deberían tener un bosquejo bien definido de los principales objetivos, quejas y argumentos de apoyo de la víctima. Todo esto tendría que caber en una página y ser fácil de leer.

Empieza con los objetivos

Es necesario comenzar con anticipación a fin de tener claros los objetivos de la reunión, aun cuando esto sólo sirva para decidir si una reunión es o no el curso que se ha de tomar. Una vez que has discutido los objetivos, sugiérele a tu clienta que se tome un tiempo ella sola para pensar en éstos. Es esencial que los objetivos, así como cualquier otro plan para la reunión, representen genuinamente los deseos de la víctima.

Articulen juntas los objetivos en lo que se refiere a compromisos específicos que tú y ella quisieran que el/la funcionario/a contraiga al concluir la reunión. Asegúrate de agregar compromisos de tiempo y seguimiento a los objetivos; de lo contrario, habrá demasiado campo para que más adelante el/la funcionario/a se retracte de esos compromisos. Por ejemplo, si una autoridad está de acuerdo en asignar un nuevo detective al caso, pídele que te llame en el plazo de un día para darte el nombre de ese nuevo detective y decirte en cuánto tiempo éste se pondrá en contacto contigo o con la víctima. Cerciórate de que estos compromisos queden firmes. (Además, en la reunión escribe siempre los términos exactos en que el compromiso fue contraído.)

Cuando tú y la víctima ya sepan cuáles son los objetivos, condénsalos en un lenguaje tan preciso como sea posible. Escríbelos en forma nítida y abreviada. Te sorprendería ver cuán fácil es, ya estando en la reunión, involucrarte en una discusión o una charla paralela y luego olvidar completamente hasta los objetivos clave y puntos importantes que querías abordar.

De hecho, una de las formas en que las autoridades pueden sabotear tus objetivos es desviar a propósito la reunión de los puntos que te interesa tocar. Las víctimas traumatizadas son tan vulnerables a preguntas amables sobre sus hijos/as, su trabajo o cualquier otro asunto sensible que los/as funcionarios/as pueden detectar, que las cosas pueden con facilidad y por completo ser sacadas de su curso por autoridades que conversan y parecen amables. Entonces, es importante que la víctima y su equipo se armen de una bien definida serie de objetivos y hagan un acuerdo previo entre ellas para ayudarse mutuamente a mantenerse dentro del curso previsto.

Por supuesto, el hecho de tener una serie de objetivos bien definidos no necesariamente significa que obtendrás todo lo que quieres, pero sí prepara a tu equipo para presentar un impresionante frente unido, sin importar cuáles giros tome la reunión. Ése es el primer paso a fin de prevenir que las autoridades se desvíen del rumbo y dividan a tu equipo.

Éstos son algunos ejemplos de los tipos de objetivos que las víctimas podrían tener: conseguir que al caso se le asigne un nuevo detective o fiscal; lograr que una investigación vuelva a ser abierta, revisada o ampliada; establecer estándares de comunicación para el caso entre las autoridades, la víctima y su defensora; lograr que las pistas descuidadas sean investigadas o que se entreviste a testigos a quienes antes se ignoró; conseguir que se presenten cargos más apropiados; poner fin a los retrasos en el caso; retirar sentencias acordadas de conformidad que sean injustas; reconsiderar para prosecución un caso previamente rechazado; lograr que los casos sean devueltos desde la policía hasta la oficina del fiscal de distrito para mayor investigación; conseguir que un/a funcionario/a reduzca los acosos que la víctima pueda sufrir en su lugar de trabajo, la familia o la escuela.

Además de los objetivos, haz una lista de las principales quejas y otra de los principales argumentos de apoyo que quieres plantear

Haz una lista de las quejas relacionadas con el caso que son la base para la reunión. Ayuda a la víctima a priorizar y condensar esa lista. Esto la ayudará enormemente cuando llegue el momento de que ella o tú describan los problemas en la reunión.

No es extraño que durante las reuniones una víctima empiece muy fácilmente a relatar una historia emotiva de las atrocidades que el perpetrador le ha hecho. Cuando hace esto, le da a un/a funcionario/a la oportunidad de volcarse sobre ella con toda simpatía, en una fingida alianza, lo cual a su vez casi imposibilita que la víctima retome el objetivo de plantearle demandas a ese/a funcionario/a.

El proceso de elaborar la lista de quejas relacionadas con el caso es un buen momento para explicarle esta dinámica a la víctima. Déjale claro que la reunión tiene la finalidad de corregir todo lo que las autoridades han hecho mal en su caso, y no lo que el perpetrador hizo. Sin duda alguna y a fin de cuentas, la urgencia de la reunión se deriva de lo que el perpetrador ha hecho, pero el propósito es centrarse en la mala conducta de las autoridades. Una vez que esto es comprendido, la mayoría de las víctimas se esforzará por mantener en mente esa diferencia durante la reunión. La lista de quejas que la víctima tendrá en su mano será de gran ayuda para que se mantenga centrada en ese enfoque. Además, la lista condensada de quejas minimizará el tiempo que se utilizará para describir el problema y llevará la reunión rápidamente a abordar de manera específica cómo los problemas van a ser resueltos.

La tercera lista, y final, que tú y la víctima deberían hacer antes de ir a la reunión es una de los principales argumentos de apoyo que ustedes quieren plantear. La razón de esta lista es obvia. Lo último que querrás es olvidarte de exponer tus mejores argumentos. Y conviene repetir que al calor de una reunión cara a cara es demasiado fácil olvidar algo importante. Al igual que las otras listas, también ésta debe ser priorizada, condensada y escrita.

NOTA: A veces las víctimas quieren que su defensora sea quien más hable en la reunión, inclusive para describir sus quejas. Siempre es mejor que la víctima pueda hablar por sí misma. Pero aun si tu clienta desea que seas tú quien lo haga, es todavía más importante que hayas repasado todos los puntos principales con ella. Dile que aunque seas tú quien hablará más, ella al menos debe estar dispuesta a afirmar, frente a una autoridad, que está de acuerdo con lo que estás diciendo.

Hay una cosa interesante que ocurre en estas reuniones cuando tú, la defensora, te has asegurado de que estás en plena sintonía con la víctima. Aun cuando ha dicho que quiere que tú hables más, ella a menudo puede sorprenderse a sí misma, pasados unos minutos después de haber iniciado la reunión, al retomar la conversación y hacerse cargo por sí misma. Eso es, en sí, una satisfactoria recompensa de una buena defensoría. Significa que has preparado un escenario sólido y seguro para que la voz de una víctima traumatizada se haga escuchar.

Las tres listas — principales objetivos, principales problemas y principales argumentos de apoyo — deberían caber todas en una sola página, o media

Veamos un ejemplo:

Objetivos:

  • Lograr que un nuevo detective sea asignado al caso.
  • Obtener el compromiso de que el detective devolverá, en un plazo de 24 horas, las llamadas telefónicas de la víctima y su defensora.
  • Entrevistar a testigos A, B y C esta semana.
  • Conseguir el compromiso de que la víctima podrá llevar una persona de apoyo y/o una defensora a cualquier reunión con el detective.

Problema:

  • El detective anterior se mostró insultante y culpabilizante con la víctima.
    • Ejemplo 1: sus comentarios positivos sobre el perpetrador
    • Ejemplo 2: sus comentarios negativos acerca de la conducta de la víctima
  • Durante tres semanas el detective no entrevistó a testigos clave y fácilmente accesibles.
  • El detective no devolvió llamadas telefónicas.
  • El detective rechazó la solicitud de la víctima de tener una persona de apoyo durante la entrevista.

Argumentos de apoyo:

  • El detective ha demostrado tantos prejuicios inaceptables en el caso que la víctima ha perdido toda confianza en él.
  • La víctima cooperó plenamente con el detective.
  • La víctima tiene el derecho a que le acompañe una persona de apoyo en las reuniones con las fuerzas de seguridad.
  • La violación sexual es tan seria para la víctima y la comunidad que no se puede tolerar una mala investigación.

Situaciones hipotéticas

Uno de los giros más sorprendentes de este tipo de reunión es que cinco minutos después de que has llegado a ella el/la funcionario/a esté de acuerdo con todo lo que has solicitado. Esto ocurre con más frecuencia de la que puedas imaginar. Así que prepárate para continuar la conversación con ideas acerca de cómo estos problemas podrían ser prevenidos en futuros casos.

La mayoría de las veces, sin embargo, las autoridades recitarán al menos una defensa ritual del manejo que un/a agente ha hecho del caso, saldrán con alguna bravata legal intimidatoria y pomposa; también intentarán socavarte a ti, el caso o a la víctima. Pero si te las ingenias para responder adecuadamente e insistir en lo que te interesa, el/la funcionario/a por lo general terminará accediendo a darte una buena parte de lo que estás pidiendo. ¿Por qué? Porque sabe muy bien que el trabajo se hizo mal y que debería ser corregido. Al otro extremo, su actitud podría ser inflexible, intimidatoria e inamovible. O cualquier combinación de todo eso conforme discutes un aspecto del caso y pasas al siguiente.

Por ello es importante ensayar con la víctima algunos escenarios de situaciones hipotéticas. Naturalmente, no podrás anticipar o contemplar todas las posibilidades. Pero si ideas un plan partiendo de uno o dos escenarios, tú y la víctima tendrán una buena idea de cómo trabajar juntas en cualquier eventualidad. Como defensora, podrás apreciar ese sentido tan importante del nivel de comodidad de tu clienta para diversas tácticas. Y ella adquirirá la confianza esencial de que tú vas a manejar la reunión de acuerdo a su agenda y estilo, y no según los tuyos.

Escenarios

A continuación, una situación hipotética que practicamos con cada víctima - porque ocurre con tanta frecuencia, porque puede suceder en cualquier tipo de reunión y porque, si no logras pasar por esta situación particular, la reunión fracasará aun antes de comenzar. Éste es el escenario:

El funcionario sale y saluda a todas las personas en la sala de espera, tras lo cual anuncia que se reunirá únicamente con la víctima, a solas. No importa que ya le habías informado a él, por teléfono, quiénes asistirían a la reunión. Esto es un truco y, al igual que todos los trucos, es deshonesto. No te sorprendas. No te ofusques. Prepárate.

Una razón que los/as funcionarios/os a menudo mencionan para 'necesitar' reunirse a solas con la víctima es que el hecho de que otras personas participen en la reunión las convertirá en testigos en el caso. Esta lógica es totalmente falsa por razones que no abordaremos aquí. De hecho, éste es otro truco común dentro del truco; es decir, utilizar amenazas legales que suenan pomposas pero que son falsas, para hacer que la víctima piense que dañará aún más el caso si no hace lo que un/a funcionario/a quiere. Otra acción común y engañosa para reunirse a solas con la víctima es que un/a funcionario/a dé a entender que conoce algún oscuro secreto sobre el pasado de ella y aduce no querer abochornarla frente a otras personas. Dado que toda la gente tiene secretos, esto puede fácilmente hacer que la víctima entre en pánico. La verdadera razón, por supuesto, es que ese/a funcionario/a quiere separar a la víctima de su sistema de apoyo, para así poder manipularla hacia su propia posición.

Es obvio que si tu clienta no está preparada para estas tretas que de entrada lanza un/a funcionario/a para separar al equipo, ella será tomada por sorpresa y se sentirá muy incómoda y dividida respecto a lo que debería hacer. Es muy probable que, de no haber tenido ninguna preparación, el resultado final sea que ella entre sola a la reunión.

Entonces, es importante que eduques a tu clienta acerca de las dinámicas, especialmente respecto a por qué un/a funcionario/a haría esto. Dile que aun si ella quiere que seas tú quien hable más, en algún momento tendrá que manifestarle claramente su posición a ese/a funcionario/a, porque inevitablemente, y como sería lo correcto, éste/a la verá a ella como la autoridad final en cuanto a cómo se llevará a cabo la reunión. Si tú y ella están de acuerdo en que la reunión no se realizará sin su equipo, la víctima tendrá que ser capaz de decírselo con toda claridad a ese/a funcionario/a. Si esto es lo que ella quiere, ayúdala a practicar una manera hábil y cómoda de expresar su postura; por ejemplo: "En verdad deseo cooperar con usted y la investigación. Pero definitivamente quiero que me acompañen mis personas de apoyo. No tengo ningún secreto con ellas".

Con un poco de preparación, las víctimas pueden manejar muy bien esta situación. Sin ella, es casi seguro que el/la funcionario/a que haga este truco logrará dividir a tu equipo aun antes de que la reunión inicie.

Discute los detalles con tu clienta: ¿Está ella dispuesta a asumir el liderazgo para discutir con el/la funcionario/a (y es capaz de hacerlo)? ¿O preferiría que tú lo hagas? Si una persuasión inicial no consigue abrir la reunión, ¿estará ella dispuesta a decir con firmeza que no se entrevistará a solas con las autoridades si a sus personas de apoyo no se les va a permitir estar presentes en la reunión? ¿Hasta dónde está dispuesta a ir? ¿No habrá una reunión sin que todas las personas estén presentes? ¿O querría ella que tú o ella misma intenten persuadir a ese/a funcionario/a de que permita que todas estén en la reunión, pero si ese intento no funciona tu clienta de todos modos desearía reunirse a solas con él/ella? ¿Cuáles son tus movidas de respaldo?

Una respuesta efectiva en esta situación (y en muchas otras) es devolverle el asunto a ese/a funcionario/a tan pronto como sea posible, y dejar ahí las cosas: "¿Está diciendo que no está dispuesto/a a discutir las quejas de la víctima a menos que ella esté sola con usted?" "Estoy segura que usted es capaz de encontrar una manera de discutir los asuntos y abstenerse de abochornar a la víctima". "Tengo la certeza de que usted puede encontrar una forma de controlarse y no revelar evidencias que no desee divulgar". En las raras ocasiones en que un/a funcionario/a se rehúse a abrir la reunión a todas las personas, por lo general esta movida lo conseguirá: "Si ésa es su última palabra, ahora mismo caminaremos hasta la oficina del jefe".

El otro escenario que deberías ensayar con la víctima es hacer una lluvia de ideas respecto a lo que sería el argumento más probable de un/a funcionario/a en contra de tus principales objetivos y luego formular tu mejor respuesta.

Una posición general para casi cualquier tipo de obstáculo es informarle a ese/a funcionario/a que no estás ahí para pedir favores sino para lograr que se corrijan errores y se cumplan derechos. Hazle saber claramente que los problemas en el caso deben ser y serán remediados de una u otra forma; que esto es vital para la seguridad de la víctima y de la comunidad, como también para el derecho de la víctima a la justicia. Y que si no puedes lograr que los asuntos se resuelven ahí, irás adonde tengas que ir hasta que los problemas sean solucionados.

NOTA: Muchas víctimas tienen una comprensión intuitiva de por qué tantos operadores del sistema de justicia van a extremos tan arrogantes para no manejar los casos en forma apropiada. Entienden que no es una cuestión personal contra ellas, sino que se trata de un sistema patriarcal sexista que no quiere invertir tiempo, energía ni poder a favor de las mujeres. Que para empezar es un sistema sexista con muchas de las mismas actitudes que fomentan la violencia contra las mujeres. Y que ésa es la razón por la que tantas mujeres aún deben luchar arduamente para obtener la justicia que merecen.

Al mismo tiempo, hay muchas mujeres que no comprenden esto en absoluto. Asegurar que tu clienta entienda estas dinámicas es su mejor protección contra todos los predecibles trucos de ocultamiento, bravuconería e intimidación que un/a funcionario/a pudiera intentar.

NOTA: Sin importar cuánto hayas preparado a la víctima, en estas reuniones podría haber momentos en los que no estés segura de lo que ella quiere que hagas, o en los que tu clienta simplemente desista y esté de acuerdo con los argumentos de un/a funcionario/a contra los objetivos de ella. Si esto ocurre, es razonable que vuelques toda tu atención hacia ella y conversen juntas. Dile a ese/a funcionario/a algo como "Permítame tener sólo un momento con Andrea". Luego centra tu atención totalmente en ella, como si el/la funcionario/a no estuviera allí. Aclárale un punto, sugiérele que deje para después una decisión final, expresa tu opinión o cualquier cosa que sea apropiada para la situación. No importa que el/la funcionario/a esté escuchando. En estas reuniones hay ocasiones en que querrás realinearte con tu clienta. No vaciles en crear el espacio que necesitas.

Amenazas y ultimátums — ¿Sí o no?

Por lo general no es necesario lanzar amenazas ni ultimátums para obtener lo que quieres, pero son una poderosa opción en aquellas ocasiones en que los necesites. Aun así, es algo con lo que la mayoría de mujeres siente incomodidad; de hecho, a muchas se le enseña, desde la niñez, que no deben hacerlo, precisamente porque es algo tan poderoso. De modo que requiere práctica aprender cómo hacerlo hábilmente, con comodidad, como algo de rutina. Es una herramienta de apoyo que siempre querrás tener a mano. Lanzar amenazas en un tono amistoso es una de las artes más efectivas y versátiles de la defensoría.

Es una buena idea tener una breve discusión con tu clienta respecto al siguiente paso que tú y ella querrán dar si un/a funcionario/a no está de acuerdo con los objetivos - y acerca de si es un paso que querrían dar durante la reunión o no. ¿Desearía ella acudir a niveles más altos? ¿Hablar con la prensa? ¿Escribir cartas? ¿Ir al concejo municipal? ¿Pararse en las gradas de la corte? ¿O querría simplemente no proceder en ese momento? Luego discute las palabras que utilizarían para hacerlo y pregúntale si a ella le suenan adecuadas. Si no fuera así, no lo hagan.

La reunión

Reúnanse antes de la reunión

Una buena parte de la preparación que hemos discutido hasta aquí puede hacerse entre tú y la víctima, y a menudo por teléfono. Pero es crucial que en algún momento todas las personas que conforman el equipo se reúnan en persona antes de ir a la reunión oficial. La mejor manera de hacerlo, y que también ahora tiempo, es que se encuentren una hora antes de la reunión programada en una cafetería cerca del lugar donde se llevará a cabo.

El principal propósito de esta pre-reunión es lograr que todas las personas se sientan cómodas y centradas al estar juntas. Repasen los principales puntos. Háganse unas a otras preguntas de último momento. Unan sus fuerzas y concéntrense. Pongan a un lado todos los asuntos personales. Recuérdale a la víctima que la reunión oficial no será sobre las injusticias que el perpetrador le haya hecho, sino para corregir el mal manejo del caso.

El enfoque de última hora debería estar claramente en establecer el tono de la reunión. Es importante que todas las personas piensen en forma amistosa, profesional, centrada y firme. Recuérdense que no están pidiendo favores. Están abogando por los derechos de las mujeres. No hay nada que tenga precedencia sobre la seguridad de una mujer en la comunidad, ni excusa alguna para que las autoridades públicas socaven los derechos de las mujeres a la protección y la justicia.

Es invaluable, si no crucial, que en la reunión les acompañe alguien que se dedique a tomar notas

Todas las personas presentes deberían tener un bolígrafo y una libreta de apuntes a mano durante la reunión. Lo ideal, sin embargo, sería que la víctima y su defensora se concentren primordialmente en las interacciones con el/la funcionario/o y no en tomar notas. Aun así, hay algunas cosas clave que tú, la defensora, deberías anotar, tales como razones absurdas e ignorantes dadas por el/la funcionario/a, puntos de evidencia y detalles de los compromisos. Si no escribes todos los puntos durante la reunión, asegúrate de tomarte unos momentos inmediatamente después de ésta para agregar más a tus notas sobre esos aspectos.

La mejor situación es que en la reunión esté presente una persona de apoyo que pueda tomar una buena serie de notas más generales durante toda la sesión. Cuando tienes ahí a alguien que hace apuntes, sin importar cuán informada o efectivamente lo haga, esto evita el 90 por ciento de la tendencia de los/as funcionarios/as a salir con los absurdos inventos o engaños legales que son tan comunes en la cultura de las fuerzas de seguridad. El hecho de que una persona esté tomando notas impide una buena parte de esos trucos y pone sobre aviso a un/a funcionario/a de que sus palabras pueden venir de vuelta para morderle.

Tomar notas también hace mucho menos probable que los/as funcionarios/as prometan en la reunión algo que en realidad no tienen intención de cumplir.

Tomar notas le informa inmediatamente a un/a funcionario/a que el propósito de la reunión no es aplacar a la víctima. Es un asunto serio. Y tiene objetivos.

Una persona de apoyo sentada un poco apartada para tomar notas puede ser una de tus aliadas más potentes en la reunión. A excepción de un saludo cordial para presentarse como amiga de la víctima, ella no necesita decir nada más. De hecho, mientras menos diga, más potente será. La otra opción, por supuesto, es que la víctima se haga acompañar de alguien eminente en la comunidad con disposición para ser su persona de apoyo. Tener a un/a profesor/a, un/a empleador/a, un/a ministro/a religioso/a, etc. que llegue a la reunión para tomar notas y hacer una pregunta de vez en cuanto puede aumentar aún más el nivel de potencia.

Sean amigables y profesionales; concéntrense; sean firmes y oriéntense por los objetivos

Esto no significa que en la reunión no pueda haber una plática ligera. De hecho, la facilidad para entrar y salir de este tipo de charla es a menudo la lubricación para obtener lo que quieres en los momentos más difíciles y adversos de la reunión. Pero es importante que te mantengas alerta para que el/la funcionario/a no saque de curso la reunión o a la víctima con tácticas que distraen. Una buena regla general que se puede establecer antes de la reunión entre todo el equipo de la víctima es 15 por ciento de plática ligera, 85 por ciento para los asuntos que llegaste a abordar y el acuerdo de ayudarse mutuamente para apegarse a esto.

Una cosa más. Tómense las cosas con tanta calma como sea posible. En estas reuniones siempre hay un cierto nivel de ansiedad, aun para la gente más experimentada. Tengan muy en cuenta el tiempo a fin de no desperdiciarlo. Pero tómense unos momentos para respirar, escuchar y centrar sus pensamientos.

Siempre se deben rearticular todos los compromisos y luego resumirlos en voz alta al final de la reunión

Es importante que siempre repitas en voz alta todos los compromisos y en todos sus detalles, en el momento mismo en que son contraídos durante la reunión y luego al final de ésta. Puedes decir algo como esto: "Entonces, sólo para asegurarme de que entendí bien, usted va a ................ ¿Es esto correcto?" Haz lo mismo con un resumen completo de los compromisos al concluir la reunión. También al final de la sesión, asegúrate de que cada persona tenga los datos completos de contacto de las demás.

Una reunión informativa con tu equipo después de la reunión oficial

Las percepciones de las personas acerca de lo que ocurrió en una reunión pueden variar enormemente. Aun a la defensora más experimentada se le pueden pasar por alto algunos puntos vitales mientras se centra en otros asuntos cruciales. Además, durante las reuniones a menudo quedan en el aire algunos sentimientos y pensamientos sueltos, como también ideas incipientes respecto a qué hacer a continuación. Así que planifica pasar algún tiempo con todo el equipo después de la reunión para hablar de todas estas cosas, abundar en las notas, animar a tu clienta, planear comunicaciones de seguimiento. También para felicitarse todas por un trabajo bien hecho a favor de los derechos de las mujeres.

 
 
 

 

Se autoriza copiar y distribuir esta información siempre y cuando el crédito y el texto se mantengan intactos.
Reservados © todos los derechos, Marie De Santis,
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Traduccion por Laura E. Asturias / Guatemala

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