Parte 6 ~ Seis historias de la vida real  |
(todos los nombres son ficticios)
Las siguientes son seis breves historias que muestran las diferentes maneras en que niñas, jóvenes y adultas pueden ser atraídas hacia la prostitución. Lo principal que debe verse en estos relatos es la necesidad de que examinemos muchas de las ideas rígidas que todas las personas tenemos respecto a cómo funciona la prostitución.
También queremos recordarte de nuevo el excelente documental “Very Young Girls” (Niñas muy jóvenes), que está disponible de Netflix para verlo en línea ahora mismo o adquirirlo de GEMS, que lo produjo. Este documental será muy valioso para que tú y otras personas comprendan muchas de las experiencias de jóvenes prostituidas y la clase de ayuda que necesitan.
La historia de Tanya y Ana
Tanya y Ana tenían 14 años y eran muy buenas amigas. Ambas habían tenido una niñez maravillosa. Un día, como la mayoría de adolescentes quiere hacerlo en algún momento, decidieron iniciar una aventura y viajar a la ciudad vecina. Simplemente les dijeron a sus madres y padres que irían a la ciudad, lo cual hicieron. Fueron directo a la estación de autobuses y abordaron el primero que salió hacia esa ciudad. Cuando bajaron del autobús les emocionó que inmediatamente conocieron a dos chicos de su misma edad, quienes querían llevarlas a una fiesta en un parque cercano. Al llegar al parque, el grupo fue recibido por un hombre mayor que les dio a las chicas unas drogas muy potentes. Lo siguiente que las jóvenes recuerdan es que ese mismo día estaban en un hotel siendo vendidas a otros hombres. Afortunadamente, Tanya fue capaz de escapar y fue directo a la policía. La policía pudo encontrar a Ana y arrestó a todos los hombres involucrados.
- La historia de Tanya y Ana muestra cómo dos chicas perfectamente normales son emboscadas para involucrarlas en la prostitución sólo por haber emprendido una aventura normal. Su historia también resalta la importancia de ir tras los proxenetas y clientes como la única manera de que todas las chicas estén protegidas contra ser raptadas para la prostitución.
La historia de Gabriela
Gabriela, de 13 años, vivía con su madre, padre, tío y algunos amigos de su tío en una casa muy pequeña. Todas estas personas habían llegado recientemente como migrantes. Los adultos trabajaban jornadas muy largas para poder sobrevivir. Cuando todos estaban en casa por las noches, los hombres dominaban el hogar con el alto sonido de la televisión y cervezas, mientras que la madre de Gabriela se encargaba de la enorme cantidad de tareas domésticas generadas por todos estos hombres. Nunca había un lugar tranquilo donde la niña pudiera hacer sus tareas escolares o hablar con una amiga. Ninguno de estos hombres estaba tocando sexualmente a Gabriela, pero ellos con frecuencia le hacían comentarios sexuales.
Gabriela detestaba la situación. Empezó a fugarse a las casas de varias amigas. No pasó mucho tiempo antes de que los proxenetas locales la vieran y atrajeran, la alejaran de la escuela y luego la obligaran a pagar su estancia teniendo relaciones sexuales con ellos. Y después la vendieran a otros hombres. La madre de Gabriela luchó arduamente para lograr que la policía trajera de vuelta a su hija y arrestara a los sujetos con quienes la niña se estaba quedando. Sin embargo, la policía devolvía a Gabriela a su casa una y otra vez pero no hacía nada para aplicar las muchas leyes que estos individuos estaban violando. Finalmente, la madre de Gabriela convenció a su esposo de que sacara a todos los demás hombres de la casa para brindarle un hogar seguro y cómodo a su hija. Luego consiguió la ayuda de defensoras para que presionaran a la policía a hacer su trabajo y arrestar a los hombres que habían estado prostituyendo a su hija.
La historia de María
María es una mujer mexicana de 21 años y madre de tres niños. El menor de ellos necesitaba una operación urgente para corregir un defecto congénito que amenazaba su vida. Un hombre joven en el pequeño pueblo donde María vivía en México se enteró de la situación de ella y le dijo que podía conseguirle un empleo en Estados Unidos. María dejó a sus hijos con su madre y se fue con el hombre a Estados Unidos, según ella a lo que sería un trabajo de oficina en el consultorio de un médico. Antes de cruzar la frontera, a María se le informó que debía tener relaciones sexuales con el ‘coyote’, el hombre que les escoltaría a través de la frontera. Luego, dos horas antes de llegar a ese consultorio en California, se le dijo que debía tener relaciones sexuales con el médico y sus amigos, o de lo contrario sería vendida a una red de prostitución en Tijuana.
Afortunadamente, a pesar de estar desorientada en un país que ella no conocía en absoluto, María se atrevió a comunicarse con una mujer en el edificio usando lenguaje de señas. Esta mujer la ayudó a ir a la policía. Tomó un tiempo, pero el médico fue arrestado y finalmente se le sentenció a 28 años en prisión. María volvió a reunirse con sus hijos.
- La historia de María ilustra una táctica común utilizada por proxenetas que ponen en la mira a niñas, jóvenes y adultas en situación de pobreza, ya sea en países pobres o desarrollados: les prometen un empleo. Si tienes una hija adolescente a quien le han ofrecido un empleo, siempre debes verificar y volver a verificar las condiciones del trabajo y quiénes son las personas involucradas. También deberías enseñarles a tus hijas e hijos a ser conscientes de la posibilidad de que pudiera haber trata sexual cuando les ofrecen un empleo y cómo hacer sus propias verificaciones acerca de la legitimidad de cualquier trabajo que les ofrezcan.
La historia de Janet
Janet tiene 19 años pero su historia es similar a lo que les ocurre a muchas niñas menores de edad. Estaba viviendo en Sacramento y nunca se había involucrado en la prostitución. Un día, su vecina y amiga Alicia le sugirió que fueran juntas a una fiesta en Santa Rosa con Jaime, un amigo de Alicia. Janet no conocía a Jaime, pero confiaba en su amiga, así que fue a la fiesta con ambos. Llegaron al Motel Llano en la Avenida Santa Rosa y ahí no parecía que hubiera una fiesta en absoluto. De hecho, tan pronto como llegaron, Jaime se volteó hacia Janet, le dijo que era un proxeneta y que ella sería su prostituta. Janet le respondió de inmediato diciendo que “no”, ella no iba a ser una prostituta. Jaime tenía lista una amenaza. Le dijo a Janet que él sabía donde ella y su familia vivían en Sacramento y que mataría a su madre si Janet no se sometía. Así de rápida e inesperadamente, Janet pasó a ser víctima de una experimentada y bien organizada red criminal que había estado funcionando desde ese motel durante años.
Esa noche, Janet fue obligada a tener relaciones sexuales con seis hombres. Al día siguiente, ella se las ingenió para convencer a Jaime de que estaba sumamente enferma. Él la llevó a un hospital local, donde Janet le dijo al médico lo que había ocurrido y le suplicó que llamara a la policía. Afortunadamente, la policía tomó muy en serio a Janet, asignó un detective al caso y arrestó a Jaime.
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La historia de Janet muestra tres cosas que son muy comunes para atrapar a chicas adolescentes. En primer lugar, a menudo es un/a amigo/a de la misma edad – o, como en este caso, el amigo de una amiga – quien consigue que una joven confíe en irse en un automóvil con el grupo. Puede ser un hombre o una mujer quien está preparando el engaño. En segundo lugar, llevar a la joven a una ciudad que ella no conoce es un siguiente paso común para desestabilizarla en un lugar donde no puede orientarse. Y en tercer lugar, el clavo que sella su destino es la amenaza de que matarán a su familia si ella no se sometiera o si intentara escapar.
Otra cosa que aprender de este ejemplo es con cuánta rapidez se puede extraer a una chica de una vida muy normal y atraparla en la prostitución.
La historia de Ana
Ana, de 16 años, era una madre soltera que vivía en Costa Rica. Su propia familia era muy pobre y abusiva, y también la familia del padre de su bebé se comportaba de manera abusiva con Ana. Ella estaba desesperada por conseguir leche para su bebé cuando una amiga le dijo que podía hacer algún dinero en un bar de la ciudad teniendo relaciones sexuales con turistas de Estados Unidos. Un empresario estadounidense fue uno de los primeros clientes de Ana. Él le dio dinero y regalos; luego ofreció casarse con ella y llevarla a Estados Unidos.
Ya en Estados Unidos, los ultrajes violentos y las golpizas empezaron inmediatamente. A Ana le tomó algunos años escapar, aunque había intentado hacerlo desde el principio. Llamó varias veces a la policía, pero allí nunca creyeron su historia, o es muy probable que no hayan querido creerla, y se pusieron del lado del hombre. En la policía creían cualquier cosa que su esposo les decía, incluso que era ella la perpetradora de violencia y que estaba loca. Hasta que Ana encontró una defensora que creyó en ella pudo finalmente escapar y obtener la custodia plena de sus hijos.
La historia de Marcia
Marcia era una excelente estudiante. Venía de una familia muy buena y tenía toda clase de oportunidades laborales. A pesar de tener todo lo que había necesitado o querido, le gustaba la idea de tener más. En la escuela, las chicas hablaban de todo el dinero fácil que una prostituta podía hacer. Parecía una buena idea. Todos los chicos decían que Marcia era atractiva. Le gustaban la diversión y la vida glamorosa; también le atraía la idea de conseguir dinero rápidamente. Fue ella misma quien salió a buscar hombres que la conectaran con la industria sexual. Había pasado sólo una semana cuando un cliente le dio una severa golpiza. Afortunadamente, ella pudo salirse del oficio.
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La historia de Marcia arroja luz sobre uno de los mitos más persistentes respecto a la prostitución: que una chica opta por convertirse en prostituta. Es cierto que Marcia hizo justamente eso. Sin embargo, la percepción que ella tenía de la prostitución era una ficción glamorosa inexistente que las jóvenes reciben del cine, de los medios de comunicación y de la cultura fiestera de ‘chulos y putas’ exaltada en la música juvenil y en los pasillos de las escuelas secundarias. En suma, es una mentira que sirve para engañar a las jóvenes bajando sus defensas. La prostitución es la forma más fraudulenta de la técnica comercial de ‘anzuelo y cambio’: una práctica de ventas ilegal en la cual se publicita un producto o servicio a bajo precio para atraer clientes hacia una tienda, pero cuando llegan allí se les informa que el producto o servicio ya no está disponible y se intenta convencerles de que compren uno más caro. Es el mismo método que los/las proxenetas utilizan con las chicas: les venden algo que no existe. Se trata de una técnica en la que nunca hay libertad de elección. Estas jóvenes no están optando por ser golpeadas, violadas y degradadas. No están escogiendo la verdadera prostitución.
La historia de Ángela
Si quieres enterarte de cómo fue la prostitución para una mujer, lee la historia de Ángela.
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