Pedimos que las mujeres
afganas sean incluidas en el proceso de paz y en las negociaciones
que definirán el futuro de Afganistán. Que se escuchen las voces
de las propias mujeres en la mesa de negociación. Las negociaciones
tendrán profundas implicaciones tanto para hombres como para mujeres
en los próximos años, no sólo para Afganistán sino para toda la
región. La participación de las mujeres en el proceso ayudará a
disminuir su vulnerabilidad e invisibilidad. Es bien conocido que
las mujeres afganas han sido las verdaderas mártires de los años
del Talibán. ¡Que su sufrimiento no sea en vano!
Con gran coraje y abnegación
las mujeres afganas repetidamente se han separado de sus roles adscritos
socialmente para responder a la tragedia Talibán. Es hora de que
ellas se conviertan en participantes de pleno derecho en la reconstrucción
de su país.
Corrijamos los horrores
que el Talibán ha infligido a las mujeres afganas. Aseguremos que
las mujeres afganas se sienten en la mesa de negociación como iguales.
Gracias por ayudar a
hacer del mundo un lugar mejor y más seguro para las mujeres.
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