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Justicia criminal

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Alguien solicitó un análisis feminista sobre la corte para violencia doméstica. Éstas son nuestras apreciaciones:

Nuestra corte para violencia doméstica,
una farsa engañosa y peligrosa

Nuestra corte para violencia doméstica ha sido diseñada como un gueto judicial de vitrina para estos casos y, como ocurre con todos los guetos, a la corte se le ha desprovisto de sus más esenciales funciones y poderes.

l igual que en otros numerosos países, nuestra corte para violencia doméstica (VD) fue establecida en respuesta a intensas críticas contra el manejo de los casos de VD por parte de nuestro sistema de justicia criminal. También como en muchos otros países, nuestra corte para VD es una farsa, un elaborado espectáculo diseñado para engañar al público y continuar con la práctica de descartar a las víctimas, tanto como antes o aún peor que entonces.

He aquí algunos defectos de la corte para VD tal como está establecida en nuestro condado y en muchos otros alrededor del país:

  • Al igual que numerosas cortes para VD, la nuestra sólo maneja casos de delitos menores. Los acusados se presentan a la corte al inicio de su procesamiento y deben declararse "culpables" o "inocentes". En este punto inicial, la corte para VD no es diferente de cualquier otra corte, pero la similitud termina ahí. Si el acusado se declara "inocente", el caso criminal es inmediatamente retirado de la corte para VD y enviado para sentencia a una corte municipal regular. Si el acusado se declara "culpable", entonces la corte para VD establece un calendario a fin de que el ahora convicto perpetrador se reporte una y otra vez ante esta corte, donde pueda monitoreado y su libertad condicional sea supervisada.

icho de otra forma, la corte para VD no funciona realmente como una corte en absoluto. No decide acerca de la culpabilidad o la inocencia en casos de VD; no sopesa evidencias, ni examina testigos o procesa a los acusados; no emprende una rigurosa búsqueda de la verdad, lo cual es el trabajo central de una corte, y tampoco realiza juicios. En la corte para VD, excepto en raras ocasiones, la voz y el testimonio de la víctima no son escuchados.

Nuestra corte para VD no es más que una inflada niñera de libertad probatoria para los acusados convictos. Por supuesto, la corte tiene el poder para enviar al sujeto a la cárcel si éste no cumple con las condiciones de su libertad condicional. Por lo general, sin embargo, nuestra corte para VD ha sido diseñada como un gueto judicial para casos de violencia doméstica y, como ocurre con todos los guetos, se le ha desprovisto de sus más esenciales funciones y poderes. Precisamente las funciones y los poderes que las víctimas más necesitan que se ejerzan en su nombre.

Este desmembrado gueto-corte para VD, al igual que muchas otras cortes para VD, tiene las siguientes consecuencias desastrosas para las víctimas y sus casos:

  1. Cuando el acusado se declara "inocente" y el caso criminal es luego reasignado a una corte municipal regular, los casos son manejados en la corte municipal por un fiscal de menor jerarquía y por jueces de la corte municipal que ahora son menos amigables hacia estos casos que antes de que existiera una corte para VD. Estos jueces, además de los virulentos prejuicios que ya tenían acerca de los casos de violencia doméstica, ahora también resienten el hecho de que se les recargue con casos que consideran deberían ser manejados por la corte para VD. Entonces, aún más que antes, los jueces de la corte municipal tienden a deshacerse de los casos de violencia doméstica tan pronto como les es posible — muy frecuentemente descartando los casos, sin importar la solidez de las evidencias, la atrocidad de la ofensa o el tiempo de duración de la historia criminal.

  2. No es extraño que a los abogados defensores en nuestro condado les haya tomado menos de cinco minutos comprender lo que la corte para VD significaba para sus clientes, los acusados de violencia doméstica. Inmediatamente, los abogados empezaron a explicarles a sus clientes la muy favorable situación en que se encontraban. Les aconsejan firmemente declararse "inocentes", para que los casos sean trasladados a una corte municipal, donde los acusados tendrán mejores probabilidades de salir libres. De hecho, este desmembramiento de nuestra corte para VD ha asegurado que los perpetradores de violencia doméstica más irrastreables y agresivos tengan la mayor oportunidad de salir libres.

    Los ofensores más agresivos nunca asumen responsabilidad por sus actos y nunca se declaran "culpables", indiferentemente de la solidez de las evidencias en su contra, de modo que todos terminan en una corte municipal. A la corte para VD, donde están ubicados todos los recursos para violencia doméstica, le toca manejar principalmente a los "pesos livianos". La víctima de un golpeador de los más agresivos a menudo queda sola con su caso en la corte municipal, porque su consejero o consejera, así como el fiscal sensible a víctimas, el juez y el personal de apoyo están todos ocupados en la corte para VD. Como se puede apreciar, nuestra corte para VD está diseñada para confundir al ojo público, mientras el trabajo sucio de descartar estos casos permanece oculto en la corte municipal.

  3. Tampoco es sorprendente que las víctimas no se percaten de la situación. Todo lo referido a la corte para VD está cubierto de un meloso lenguaje de apoyo a la víctima y de lo buena que esta corte es para las víctimas. Y, al igual que el resto de la gente, la víctima baja la guardia y de esta forma es más fácil conseguir que acceda a cualquier cosa que los oficiales recomienden. Por supuesto, lo que los oficiales recomiendan tiene como centro los intereses de ellos, no de las víctimas. Y el interés de los oficiales es que estos casos desaparezcan tan pronto como sea posible -- que salgan por la puerta y vayan a la corte municipal.

  4. El origen de la estructura de nuestra corte para VD también es ilustrador. Esta corte fue diseñada tomando como modelo a nuestra corte para drogas -- de manera muy parecida a como otras cortes para VD han sido diseñadas según el modelo de la corte para drogas. La corte para drogas fue establecida como una 'corte suave' porque los delitos menores relacionados con drogas aquí son tratados bajo la categoría denominada 'crímenes sin víctimas'. Esta corte para drogas ofrece al acusado la oportunidad de declararse "culpable" a fin de evadir la rigurosa sentencia que reciben los crímenes por drogas en una corte regular, así como contar con un juez flexible durante el periodo de prueba.

e modo que, desde sus orígenes, la corte para VD profiere un indignante insulto a las víctimas de violencia doméstica al ubicar sus casos en una estructura diseñada para ser sensible hacia aquellos sujetos acusados de 'crímenes sin víctimas'. (Y luego, para terminar de dañar las cosas, el mismo juez que por años presidió nuestra corte para drogas fue asignado a presidir la corte para VD, lo cual hizo durante años.) Adicionalmente, los perpetradores de violencia doméstica, a diferencia de los acusados de ofensas relacionadas con drogas, no se sienten intimidados por la amenaza de ser enviados a una corte criminal regular. Muy al contrario, como hemos visto, los perpetradores de violencia doméstica y sus abogados defensores son plenamente conscientes de que, en su mayoría, a los jueces no les gusta, para empezar, que estos casos 'familiares' invadan sus cortes criminales. En la mente de la mayoría de los jueces, como en la de tantos operadores del sistema de justicia criminal, no se suponía que los inmensos poderes de ese sistema sirvieran para defender a aquellas mujeres que reciben una drástica disciplina por no tener lista la cena a tiempo.

Y existen otros problemas con nuestra corte para VD más allá de su desempoderada estructura de gueto:

  • Además de que el condado pierde un juez cuando éste asume una posición de vitrina en la farsa que es la corte para VD, también hay un fiscal, un abogado defensor y un oficial de libertad condicional que son asignados a la corte para VD y complementan el espectáculo. La realidad es que la mayor parte del tiempo que estos personajes pasan juntos en la corte para VD la dedican a realizar el trabajo que solía ser desempeñado por un solo oficial de libertad condicional. "Díganos, señor Jones, ¿asistió usted a todas sus sesiones de consejería este mes?" pregunta el juez. "¿Visitó usted a sus hijos?" "¿Se abstuvo de golpear a su esposa?"

    Una fiscal competente que se respetaba a sí misma en nuestro condado, y que fue recientemente asignada a nuestra corte para VD, empezó a quejarse acerca de su nombramiento cuando comprendió la farsa que éste era. Y no dejó de quejarse sino hasta conseguir que se le reasignara a otro cargo. De ninguna manera iba a desperdiciar sus talentos durante uno o dos años siendo una atracción más en el montaje que es la corte para VD de nuestro fiscal de distrito. Había sido contratada como fiscal, e insistió en trabajar como tal.

  • También asignada a nuestra corte para VD está una defensora de víctimas, o consejera en violencia doméstica como se la llama en nuestro condado. Esta consejera es la principal joya en la farsa que es nuestra corte para VD. En teoría es empleada por nuestro albergue local para violencia doméstica, pero su arreglo laboral está bajo contrato con el fiscal de distrito, el hombre ante quien ella, el albergue y su subsidio deben responder. Al igual que ocurre con quienes defienden víctimas en muchos otros condados, tales arreglos crean un profundo conflicto de intereses para defensoras y defensores que, por un lado, se supone deben luchar por los derechos de las víctimas pero cuya subsistencia, por otro lado, depende de la aprobación de oficiales del sistema de justicia criminal. En vez de servir como defensoras y defensores de las víctimas, se han fusionado en una relación de médico/enfermera con los fiscales o, como ocurre en nuestro caso particular, se han convertido en un perico que viaja sobre el hombro del fiscal de distrito.

entro de ese esquema, si una víctima se siente indignada porque el registro de su caso fue rechazado, la consejera de víctimas le muestra el caso al fiscal de distrito y éste dice que las evidencias no son suficientes. Sin más, la consejera le informa a víctima: "Lo lamentamos mucho, pero no existen suficientes evidencias". No importa que haya fotografías, testigos y una confesión del perpetrador en video. "Permítame ayudarla con un plan de seguridad", dice la defensora. "¿Ha pensado usted en mudarse a otra ciudad?" La corte para VD fue creada a fin de ser una farsa de fácil funcionamiento; la contratación de la consejera se realizó con base en ello. Y pobre de aquella víctima que piense que está hablando con una defensora que luchará por sus derechos a la justicia y a la protección.

Una cosa más:

Dada la dedicación de nuestra corte para VD a su servicio como inflada niñera de libertad probatoria, se pensaría que realizaría bien al menos esa función. Sería de esperar que si los perpetradores no acuden a sus sesiones de consejería o vuelven a atacar a sus víctimas, la corte para VD ejercería rápida y firmemente el único poder que tiene, enviando a los ofensores a la cárcel. ¡Pero no es así! A estos ofensores reincidentes se les da una oportunidad tras otra. Si mucho, de vez en cuando tiene lugar una audiencia por violación de la libertad condicional, y aun entonces el resultado más probable es que se extienda la libertad condicional del perpetrador por un par de meses adicionales. Una, otra y otra vez. Violación tras violación tras violación.

ntonces, éste es nuestro análisis feminista. El patriarcal sistema de justicia criminal posee inmensos poderes. Y no tiene intención alguna de ejercerlos en nombre de las mujeres, en particular cuando se trata de liberarlas de esa violencia que es esencial para mantener los sistemas patriarcales. De hecho, el sistema de justicia criminal queda muy rezagado detrás del resto de la sociedad en cuanto a su disposición al cambio. Pese a la existencia de numerosas leyes en respuesta a la violencia por razón de género y a pesar de las crecientes demandas de las mujeres de que esta violencia sea detenida, el sistema de justicia criminal sigue empecinado en no ejercer sus poderes para llevar a cabo esos cambios. Continúan como antes la manera sistemática en que se descartan casos de violación y de violencia doméstica, la sistemática denegación de justicia y protección, así como la sistemática complicidad con la violencia hacia las mujeres. Un cambio sí hay en el sistema de justicia criminal: su sofisticación para engañar al público se hace cada vez más elaborada. Y en nuestro pueblo, la corte para VD es la Evidencia No. 1.

Sin duda alguna, ha habido mejoras en los departamentos individuales y en algunas unidades aquí y allá. Pero por cada mejora, en el sistema de justicia criminal hay igual número de fuerzas reaccionarias, o más poderosas, que han sido activadas y organizadas con el fin de que todo continúe como está.

Existe una sola cosa que simplemente no puedo comprender de todo esto. ¿Cómo es posible que el movimiento de mujeres acepte sin mayor problema este tipo de farsa y nunca la llame por lo que es? No ha habido prácticamente ninguna estrategia feminista para monitorear la discrecionalidad de que goza la justicia criminal para descartar, a voluntad y antojo del sistema, los casos de violencia contra las mujeres. No nos extrañe, entonces, que la violencia contra las mujeres continúe sin control.

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Reservados © todos los derechos, Marie De Santis,
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Traduccion por Laura E. Asturias / Guatemala

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